jueves, 5 de marzo de 2015

The Radiance Of Being

APEX PREDATOR - EASY MEAT

Napalm Death
Century Media. 2015

Más allá de la época, ¿habíase prestado tanta atención a un álbum de Napalm Death?
En alguna de las tantísimas partes, 'Barney' destaca el poco agraciado "Enemy of the music business" como su álbum favorito al regresarlos desde la experimentación de gran parte de los 90's, y reconducirlos por una senda de excelente agresividad que, ya tan avanzado el siglo XXI que una grandísima parte de nosotros solamente veremos, parece no dejar constancia de épica maldad en contraclave, y magníficando el conteo: The code is red.. long live the code; Smear campaign; Time waits for no slave y el Utilitarian... imaginada arquitectura lo suficientemente sólida como para permanecer en el aire mientras el resto del sonido se desvanece en una suerte de olvido neutral opacado, a su vez, por el desafío de mantener la calma en una suficiencia postautárquica.
Lo que indica que la construcción pervierte la rutina al seguir con un nivel tan alto para el que no hay otra forma que saltar en busca de la fuente permitida de bulla nutritiva, acariciante, feroz, divina.
Napalm Death, entonces, se queda como la única banda que insiste firmemente en convencer sin abatirse, abandonarse, delicarse, achicopalarse, desde esos finales de los 80's cuando nosotros todos tuvimos la suerte de comenzar así mismo por el trasegar innecesario de la música.
Excepto que sin la música jamás podríamos ser aquello que ahora fuimos.
Napalm Death, entonces, es la respuesta madura a la contravención segura de "con la música no basta"; lo que vuelve a traducir que para convertirse en un genio no se ha de tener más que la etiqueta en alto de la desmesura disciplinar y/o terca.
El eje de la partícula principal es la tragedia del Rana Plaza, en Bangladesh, uno de los países más desolados del mundo. De ahí la dedicatoria a las víctimas de la debacle del mundo industrial del postcapitalismo, que no de otra forma firma el recuerdo permanente del fondo de "la parte de los crímenes" de "2666".
La pregunta desde una moral que descubre cualquier inutilidad política: ♫Nature versus future♫ y ese recuerdo de Palahniuk de ¿cuánto tiempo necesitará la humanidad para desaparecer? La procreación versus la especia misma pretendiendo sobrevivir a expensas de una o dos o tres decisiones de partícula industrial.
Ese vacío es el que expone la banda en su, hasta el momento, último trabajo grande de estudio.
De ahí, me late, la tenaz importancia de una solidez que revuelve desde el gore de la ya cada vez menos imaginación de su librillo hasta el desafío de esclarecer, mediante cartas oficiales, las inquietudes que se tienen por el uso de cadáveres vivientes en maquilas al otro lado del mundo.
Ya no hay posibilidad de sueño después de la ciencia autodestructiva.
La de ustedes.
La nuestra.

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