sábado, 17 de octubre de 2009

LA MEMORIA COMO CAMINO

TRUJILLO, UNA TRAGEDIA QUE NO CESA

Primer gran informe de Memoria Histórica de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación.

Planeta. Bogotá. Octubre de 2008. 301 pp.

I.

Lo que se conoce como masacre de Trujillo tuvo lugar entre 1986 y 1994, dejando 245 muertes.

El por entonces presidente Samper no tuvo más que reconocer la culpa del Estado en dichas acciones, aunque para el gobierno sólo existen las víctimas del 29 de marzo al 17 de abril de 1990, es decir, 46.

Parte del reconocimiento, establecía un Monumento a la Memoria de las Víctimas.

Pero como suele suceder, el Gobierno muy pronto abandonó a sus suertes –otra vez- a los afectados, por lo que no tuvieron otra cosa que hacer que erigir el Espacio desde ellos mismos.

Cuatro veces ha sido profanado dicho Tribvto.

Incluyendo un ataque a la tumba de la imagen de la Masacre; el Padre Tiberio Fernández.

La llamada heredad de ese germen llamado violencia parece no permitir el descanso.

Y así, la Memoria se convierte en una atroz lucha contra el Tiempo.

II.

Las noticias de violencia en la región no eran nuevas.

No sólo del conflicto entre Liberales y Conservadores por el poder político del pueblo y la región, sino ese casi acuerdo tácito entre Hombres y Mujeres por una relación de dominio en el que solamente una de las partes tiene voz y voto.

La labor de Memoria Histórica, pues, no se remitía únicamente a esos aciagos años, sino al resto de oscuridad planteada desde otra plataforma temporal.

Siempre el miedo, como compañía y consejero.

Los Talleres para acompañar a las víctimas tardaron casi 18 años.

Había mujeres que ya habían llorado. Había mujeres que no sabían cómo llorar a una persona 18 años después de ida. Había personas que todavía esperaban a sus hijos.

Entre las víctimas, hubo seis casos de muerte por Pena Moral.

Y parte de la labor de Memoria Histórica, era integrar como víctimas a esas deudoras del duelo, a aquellas personas que fueron parte de la vida de los asesinados.

Ya el grupo, desde cabezas como la del Padre Javier Giraldo, y la Madre Maritze Trigos, había comenzado a entender la necesidad de afrontar esa Memoria como manera de enfrentar a los victimarios.

Contar, escribir, compartir.

III.

“Hacer memoria es en todo caso recuperar sentido”.

La triple función de esa recuperación: esclarecer los hechos, reparar y reconocer, ayuda a explicar y procesar los hechos traumáticos, convoca la solidaridad de una parte de la ciudadanía, y disemina ese gas que cuenta la verdad, que es incapaz de ocultar, que rompe las fibras densas del miedo.

“Si no se habla, si no se escribe y no se cuenta, se olvida y poco a poco se va tapando bajo el miedo.”

IV.

“Los ejes de interpelación propuestos para la reconstrucción de la memoria histórica fueron: Reconstrucción del pasado (¿qué pasó? ¿por qué pasó?); evaluación del impacto (¿a quién y cómo cambió lo que pasó? ¿cómo se afrontó lo que pasó?); perspectiva de futuro (¿quiénes somos después de lo que pasó?)”

V.

Trujillo no fue una zona de excepción para la incursión del ELN, y su cercanía con el Cañón de Garrapatas –vía desnuda y directa al Pacífico- convertía a toda la región en una delicada danza en la que los neonarcos de la época pretendían obtener a como diera lugar una porción del camino directo a la exportación de cocaína.

Con la ayuda –así como en la Costa Atlántica- de las Fuerzas Militares –la excusa fue una emboscada del grupo guerrillero, para lanzarse contra la población que, gracias al Padre Tiberio, empezaba a organizarse comunitariamente, lo que representaba una especie de peligro para los terratenientes presentes y futuros de la región.

VI.

Erradicar la memoria, esa parece ser la consigna.

No hay ni un solo enjuiciado por esos hechos.

Gente tan humilde, eso no merece tanto aspaviento.

VII.

“La lucha sigue”

La voluntad de recordar, a veces, es la necesaria fortuna (hágalo usted mismo) para seguir.

Pero decir, esa es la primera parte del largo trayecto, del largo camino.

VIII.

Para ahondar:

http://www.cnrr.org.co/new/newnoticias/08/septiembre/memoria/Resumen%20ejecutivo.pdf

http://www.nuevoarcoiris.org.co/sac/files/oca/informes/trujillo_informe_CNRR.pdf

http://memoriahistorica-cnrr.org.co

http://cnrr.org.co

IX.

Anexos:

* Intentaron los violentos, desaparecer un cuerpo,

hacerle correr la suerte nefasta de otros cuerpos.

Quisieron que su piel hecha para la caricia y

para ser acariciado, no volviera a sentir.

¡No pudieron! Hoy sigue acariciando a través

del viento impetuoso, y de la suave brisa, miles de metros

de piel de aquellos que amó y por quienes se entregó.

Quisieron quitar sus brazos hechos para el abrazo acogedor,

en la alegría de los logros, en la solidaridad frente al dolor;

hechos para la ofrenda eucarística. ¡Pero se equivocaron!

Hoy sigue abrazando en todos aquellos brazos que celebran un logro,

en las comunidades, en aquellos brazos que se abrazan en

la tristeza del desplazamiento, en esos brazos que se abrazan

para seguir resistiendo.

Quisieron quitar sus piernas hechas para caminar.

Qué lindos son los pies del mensajero de la paz.

¡No pudieron! Hoy sigue caminando en los miles y

miles de mensajeros que hoy recorren ciudades, pueblos

y veredas, para gritar que es posible la civilización

del amor, la solidaridad, la justicia y la paz.

Quisieron erradicar su intimidad,

el lugar de donde brota la simiente. ¡No pudieron!

Hoy sigue íntimo en quienes le amamos, y su capacidad de engendrar

Reino de Dios, Justicia, Verdad,

Organización comunitaria, no fue cercenada.

Quisieron desaparecer su cabeza, con ella la creatividad,

la inteligencia, la capacidad de comunicarse, la alegría,

el ingenio, la picardía. ¡No pudieron!

Porque su proyecto no era un proyecto egoísta, era el

Proyecto de Jesús de Nazareth,

cielo y tierra pasarán,

mis palabras jamás pasarán.

-Poema leído por el hermano del padre Tiberio-

* “Las víctimas se sienten rechazadas por parte de aquellos que no fueron víctimas, que no los tienen en cuenta y no los reconocen como víctimas y eso es lo más triste, porque cuando no hay un reconocimiento, es como si no hubiera pasado nada. Los que no son víctimas utilizan un argumento muy triste y muy doloso, es que “esas personas se metieron en problemas y por eso hoy en día son víctimas”. Están recurriendo a un hecho que yo siempre he reclamado y es que no debe haber ningún argumento válido para generar violencia (…) Entonces es muy triste que en Trujillo todavía no reconozcamos que hay unas víctimas, que hubo unos victimarios, y que debemos ser solidarios ante esas víctimas.”

-Testimonio # 2, hombre 42 años-

* “En el Parque Monumento hay flores, hay raíces que no podrán arrancar a pesar del proyecto de muerte de hoy. No es un parque cementerio de muertos, es un lugar de vivos. No es un acto de Reparación real, fue posible gracias a la solidaridad de todo el mundo. La Reparación la debe hacer el Estado como victimario. Pero, al mismo Estado no le interesa el Monumento porque es una denuncia permanente, es una memoria de esa historia que quieren acallar, es una construcción de justicia y es una de las estrategias de lucha contra la impunidad.”

-Colombia, refugiados en su propio suelo-

1 comentario:

Horgen M'Intosh dijo...

Publicado originalmente en "El Cotidiano", en la columna "Lector Ritual"