CARTUCHO. Relatos de la lucha en el norte de México
Nellie Campobello
Ediciones Era. D.F. 2003. 170 pp
Hay dos avisos con los que deseo empezar. La profesora Carolina recomendando la obra de Margarita García y la profesora Ángela Cruz recomendando la obra de Legna Rodríguez
Hay un paréntesis que suelo designar o jugar como radical libre: no celebro el que una mujer escriba o siendo el caso publique, aunque he de confesar que me deja pensando la triste relación de la lista de hombres ganadores del PN frente a las mujeres, y una frase que leí tras el caso Ishiguro: una mujer tiene que esforzarse tres veces más que un hombre para que la comparen con los hombres menores de la literatura
No leo un libro únicamente porque lo escribió una mujer
Esa frase la apliqué antes del primer B39 y se la robé a Robert Wilson cuando dijo que no quería contratar a un actor solamente por ser negro
Me decidiré por una tercera autora, Claudia Hernández, de El Salvador, cuyo libro cuya carátula realizó Powerpaola
La lista de la que extraje a Nellie la tuve que copiar hace menos de dos meses, ignoro su fuente, creo recordar que tenía que ver con autoras de índole extraña, de nomenclatura rara, no me meto con lo gramatical porque me da rabia y porque el puto lenguaje vive cambiando como para pararle bolas y decir, digo, no me voy a poner ahora a decir el sol tiene que ser así o asá
¿Es el mejor libro que he leído en el período 2015-2017?
¿Cuántas veces he tenido que releer de una vez?
No. No chillé. La ternura no me hace llorar. menos la tragedia
Es muy tierno y profundo y fundamental y está escrito desde la visión de una niña, del cuerpo de una niña que ve desde su ventana a los hombres de la guerra pasar y morir y ser asesinados y asesinar
Jueputa, creo que será una impresión de paréntesis, porque ahora que estoy tan desbancado de la actualidad literaria contemporánea colombiana, ¿cuántas novelas acerca de tanta violencia por doquier se pueden leer que sean narradas desde los ojos de una chiqui?
El vil fracaso del proceso de paz por parte del mismo gobierno, del estado, de los políticos
Ahí hay un héroe y es Pancho Villa
Si necesitan buscar la historia de esa guerra mexicana, les recomiendo que consulten con alguna persona experta
México, Colombia... hay tantísimas cosas parecidas, cosijuntas
Pero una maravilla es la sensación necrosádica de tratar los cuerpos de los vivos
Cristisatánica y cruel y sin pudor y santiguándose y matando y rematando, como dice María Victoria, para recontramatar
Pero sí hay momentos en que se me llenan los ojos del borde de charco de lágrimas
Pero lo cuento pasitico y a solas, siempre a solas excepto ante mis testigos negros que son mis perros
Casi lloro, pero eso está tan mal visto
Pero no recuerdo en qué o en cuál momento....
Lo cuenta desde los ojos de la niña que ella fue
Y hablando, contándolo, esa apreciación que me hicieron caer en cuenta de México, Chihuahua, y el Tolima, esa sevicia de los borrachos contra los cuerpos vivos y a medio morir y a medio quemar y a medio tasar y a medio cortar y a medio colgar y a medio lapidar
Para después preguntar
No quiero dar ejemplos, pero ese niño de ocho años que queda como si estuviese caminando y Nellie informa que quedó dando su primer paso de hombre
Eso es como cuando los macheteros llegaban y mataban a las niñas en el Tolima y las violaban y les quemaban la cabeza y las volvían a violar
O ese general que llegó a insultar a la mamá de Nellie y ella quiso tener esa pistola de cien tiros o cuando llegan los carrancistas y se emboban con la hermanita bebé de Nellie y dan la orden de no atacar esa casa
Es como cuando los macheteros borrachos llegaban y violaban a las mujeres de una familia entera y tras decapitar a los hombres o eviscerarlos preguntan de qué partido son a qué partido pertenecen, y que disculpen todo, pero es que así les ordenaron
¿Quién?
Finalmente siempre el gobierno gana, cualquiera que sea
En esa historia del vendedor de sombreros al que Pancho Villa reconoce vaya a saberse cuántos años después, y lo que dice la anfitriona, importa más un sombrero que los muertos
Hace poco hubo un homenaje a Jojoy y hubo escándalo
¿Hay o qué literatura hay en torno a los héroes guerrilleros, paramilitares, acá en Colombia?
Hay canciones... las canciones que son nuestra literatura
Nellie publicó ese libro en 1931 y si bien fue considerado por una pequeñísima parte del acerbo cultural de la época, fue duramente criticada por no ser seria, y por ser mujer
Pero hay algo tenaz.... y es que dicen que, cuando ustedes lean el libro, van a hallar muchísimos muertos y escasos fantasmas; hay un guiño de un grupo de rebeldes que murieron emboscados y fueron quemados vivos y tal, y Nellie lo termina diciendo que desde antes de morir se preparaban para ser fantasmas para asustar a niños
Me acordé de ese señor sin pierna que iba en un caballo y Nellie le dice a la hermana que ese mochito ya va muerto porque está blanco y la hermanita le dice que no porque está amarillo, y Nellie le responde con una frase, voy a ver si la anoté porque el libro es de la Luis Ángel y ya lo tuve que entregar, para copiarla, Va blanco por el ansia de la muerte, dije yo convencida de mis conocimientos en asuntos de muertos
Jueputa, me ericé
Y ese man, el que ordena esa versión de Ediciones Era, dice que sin Cartucho no habría Pedro Páramo así como sin Páramo no habría habido Cien Años de Soledad
Y entendí por qué nunca me sentí taaaaaaan atraído por la obra de Rulfo, y era porque ya había un precedente, escondido, no tan famoso, oculto, etcétera, ni tampoco por la obra de GGM, osea, di con la fuente, y por eso quedé así, como... como contento, más que contento, como completo
Algo que iba a decir de esa frase que cité arribita es que me parece muy seductora à la Andrés Caicedo y ustedes ya saben que sin Caicedo no podría haber una Carolina Sanín, y esos otros autores que ya he nombrado acá, pero que olvido justo ahoritica
No pienso acumular nombres porque no tengo ya espacio para guardar más vainas
Eso fue lo realmente importante de la lectura, del encuentro ... el brillo que deja históricamente en mí, en mi realidad cartográfica
El valor de escribir de tal forma que se vuelva un estilo y una marca que pase por esferas, etapas, eras, generaciones
La palabra y su valor
El ejemplo, también
Voy a poner dos frases que me gustaron de un comentario que ella escribió sobre su obra, Voy al encuentro de mi libertad, a la que amo más que a las olas del mar, y más, mucho más, que al amor
Y
Para escribir necesitaba una técnica, que yo no tenía. Era necesario encontrarla: nadie me la iba a regalar
Como no copié los títulos, voy a transcribir un par de ejemplos, ya de Cartucho,
Los encontré uno al lado del otro. Zequiel boca bajo y su hermano mirando al cielo: tenían los ojos abiertos, muy azules, empañados, parecía como si hubieran llorado. No les pude preguntar nada, les conté los balazos, volteé la cabeza de Zequiel, le limpié la tierra del lado derecho de la cara, me conmoví un poquito y me dije dentro de mi corazón tres y muchas veces: "Pobrecitos, pobrecitos". La sangre se había helado, la junté y se la metí en la bolsa de su saco azul de borlón. Eran como cristales rojos que ya no se volverían hilos calientes de sangre
Como estuvo tres noches tirado, ya me había acostumbrado a ver el garabato de su cuerpo, caído hacia su izquierda con las manos en la cara, durmiendo allí, junto de mí (..) me parecía mío aquel muerto
Mi espíritu volaba para encontrar imágenes de muertos, de fusilados (..) necesitaba tener en mi alma de niña aquellos cuadros llenos de terror
Ahorita que revisé los apuntes, no, ella no nombra mucho a los fantasmas mas sí a las sombras
Ese es el horror actual, la presencia contemporánea, la de siempre, la misma, ese vacío....
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