sábado, 27 de enero de 2018

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EL BRUJO

Álvaro Bisama
Alfaguara. Santiago. Agosto 2016. 223 pp

Ahorita escucho a DunJIN
Obviamente hablamos de una historia, ahí yace, se puede percibir. Leer un cuento. Escribir un hilo. De eso trata la marica literatura

Estaba leyendo a Barthes, y me aburría, y dejaba que siguiera hablando, y decía algo así como "la escritura (..) está siempre enraizada en un más allá del lenguaje, se desarrolla como un germen y no con una línea, manifiesta una esencia y amenaza con un secreto, es una contracomunicación, intimida"
Y decía cómo todo coincidía. La frase se la había anotado a una amiga del chat, de 20 años, que me obligaba a ver Black Mirror, y yo apenas esbozando dos o tres capítulos, sin cogerle el gusto total a dicha serie
Me lat, le decía, que lo que menos vale ahí, la importancia, es la trama, el argumento, el trasfondo tecnológico, creo que Black Mirror lanza una bomba a algún lugar semidesconocido para nosotros como lo que éramos antiguamente, videntes, ese capítulo dirigido por Jodie Foster no hace sino recordar las brechas que nos regresan a la labor humana, por allá en la época del recién uso de la imprenta y demás

Aquí, digo, sucede casi lo mismo. Ese estentóreo final, esa historia lapidaria, la vigía de un padre que asesina para extraer de sí tanto dolor por tanto asesinato. ¿Qué diablos es una miserable muerte más?

Allá arriba, primero, la desbandada de La Macarena, santuario sagrado colombiano, ahora abandonado por la guerrilla de las farc para beneplácito de los ganaderos extensivos. Y abajo, una sanguijuela roja devorándose una lombriz azul en la selva de Borneo, que supongo tampoco existe ya

La pregunta es que yo no conozco a nadie de derecha que se enferme por la debacle ambiental a nivel mundial, ergo, es una conspiración idiota y mentirosa de la siempre triste izquierda

La segunda pregunta es, saliéndome del ámbito ya de la novela, usted tendría un gato, último bastión de lego para con lo urbano, como mascota invitada, les recomiendo ller el ciclo de exterminio de ratas en las Islas Galápagos y cómo volvieron a nacer tortugas, recordando o haciendo énfasis que usted yace vuelto añicos emocionalmente, que empieza a dar cuenta de una especie de ave en eminente peligro de extinción porque usted, vuelto mierda, no es capaz de controlarlo de controlarse porque usted desea hacer añicos a una especie más débil porque usted si era de izquierda y lo volvieron mierda los milicos, paracos, usted en el fondo no desea huir sino explotar contra una especie menos porque usted en el fondo se sentiría cómodo con todas las atrocidades que causa a nivel mundial la derecha, porque jamás he conocido a alguien de derecha que se enferme por comer digamos papa con demasiado pesticida o guayaba con demasiado pesticida o tomate sin pelar con demasiado pesticida

La historia es divertida. Todo lo que arranca como tragedia después no es más que un programa de estadística o un libro de Memoria Histórica y la gente irá a votar por los mismos zánganos pendejos de siempre por miedo natural al cambio, ¿cómo puede quebrar un canal como rcn? Jaja!

Bisama tuerce nuevamente las tuercas de mi propia vida embutida en su propio espíritu para señalarlo, casi con desprecio y burla y en medio de mi agonía, mientras me reduzco en mi propia fagocitosis desesperado por hallar la cuneta que me aplaste sobre mi propia despreciable vida y así

Como un empate

O como cuando vos te topas en medio de un ciclo de sexo consentido pero sin amagues de amor o mariconadas de esas con una mujer alta o bajita o blanca o negra o culona o plana con una vagina genital tan acorde a tu estilo que al terminar el encuentro se quedan un poquito más, no es lo usual, abrazados y cuando ella se da cuenta de que ven una peli porno pero no la ven de que están tomados de la mano, ella, que te mintió con su edad, y te dijo que era de 19, pero en sí tenía 21, y no importa, el fetiche es ella misma, te dice que nada, que es muy idiota enamorarse y que la vida es vivida lívidamente y que la suelte de la mano, que eso es de gays y de parejas de esas que uno ve que creen en todo lo que pone la tele, tal vez las parejas han dejado de creer y por eso ya no ven tele y por eso quiebran los canales privados de TV o simplemente follan y ven porno o netflix o qué se yo qué

La primera advertencia es cuando el papá se quiebra cuando trata de hacer ese mapa o laberinto oscuro de materia de recuerdos olvidados a la fuerza para poder sobrevivir
La segunda advertencia es cuando Nora le cuenta al hijo que su padre se halla en tal lugar porque le ha llegado una dirección entre tantas fotos de la cámara polaroid rota
Hay una pre advertencia y es cuando llega hasta la cabaña la muchacha que había salido en la foto más famosa y le dijo que le había jodido la vida
De esa pre advertencia hay una enseñanza y es que por más fama que se alcance, hay límites. El respeto del papá ante el dolor de Mónica le hace retirar la foto de alguna clase de publicidad. Aunque la foto siga y siga y siga su camino ya sin consentimientos formales. Pero eso del arte es otro rollo
La tercera advertencia es cuando ve al papá viejo pero con un brillo tan brillante como nunca antes ser humano en la ciudad jamás lo habría podido tener alguna vez, ¡nunca!

Ahora voy a escribir lo que me corresponde hacer. La reseña como tal me vale güevo. Lean el libro. Es el más bello que he leído de Bisama. El más grandotote también. Lo distinto fue que coincidió con algo que voy a dejar por escrito por única vez: he vivido con la misma persona durante los últimos catorce años, compartiendo el mismo techo, los mismos perros y pare de contar. Hace cinco años nos separamos nosotros no desde lo formal. La crisis de los cuarenta que llaman. Ella agarró por su lado. Yo por el mío. Aunque compartiendo casa y perros. Y ella conoció a alguien y yo también conocí a alguien. Y después vino ese doble rompimiento. Doble desgarro porque mi compañera de vivienda quiso formalizar su relación y mi pareja contemporánea se ganó una beca para una maestría de creación literaria en Alemania y me dijo que mejor dejar aquí así porque no sabía que podría ocurrir. Y me quebré. Y lloraba y lloraba en medio de una sugestiva confusión porque es cuando el papá queda vuelto mierda cuando Nora se le va al lado. Y podrían decir miles de cosas las mujeres y lo de las relaciones. Pero. Nunca antes me había dolido tanto terminar con alguien que me daba tantísima tranquilidad y calma y luz y compañía. Pero la vida es así. Y el libro me sirvió por eso. Porque también no solo desde mi infinita soledad necesitaba un aviso de advertencia de salida del túnel inframundal en el que me hallaba, sino que había vuelto a olvidar que desde dicha soledad es desde donde ´nicamente lograría sentirme a plenitud de nuevo y forjar a dar los primeros pasos de una siguiente manera de afrontar la vida. Y a ello se debe la tardanza de las últimas semanas. A un trasteo emocional, físico, también, pero más emocional que cualquier otra cosa

Creo que ahora que se presenta la segunda tanda, diez años después, de B39, de la primera de 2007 al único autor que sigo leyendo con fervor es a Álvaro, me doy cuenta de otra manera del valor de la literatura o de eso escrito. Porque así como uno va cambiando. Mis treintas fueron una puta mierda. Esa calma embriagadora y levemente oscura pero capaz de afrontar esas terribles tormentas en un altamar destinado a la más absoluta y nomenclatúrica soledad que son mis cuarentas, me indican que solo desde lo más grande, lo más grande, lo más grande de la literatura puede salir algo que me satisfaga en cuanto a vitalidad de respuesta emerga desde el incosnciente de mi cuerpo propio. Y por ello descarto mucho de la literatura contemporánea. Y por ello, ya cada vez más viejo y con menos afanes, me asomo y no salgo y entiendo lo que implica forjar esas severas amistades para con la literatura clásica, la única que va a quedar allende nosotros

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