LOS DÍAS AJENOS
Emma Lucía Ardila
Editorial Universidad de Antioquia. Medellín. Abril de 2002. 138 pp
La noticia que deriva del ataque ruso a Ucrania indica que ha tomado a Brasil en un momento de duda cuando Bolsonaro justo una semana antes de que Putin ordenara el asalto se reunió con él en Moscú y fue cuando Влади́мир se quedó dormido y por ello Jair dice que no quiere intervenir menos ahora que el precio del petróleo sube y sube y se mantiene por encima de los cien dólares el barril y si bien Rusia se acerca a Kiev la incertidumbre sobre el costo que habrá de pagar esa inmensa nación es desconocido y me centro en ese momento de duda que tiene Brasil que tiene el mundo entero o casi todo el mundo entero porque vuelvo a Emma Lucía ¿por qué me gusta tantísimo Emma Lucía? en un momento crítico de incertidumbre abriendo su bocota casi como la carátula de Defacement que pintó Dusty Ray
y si el mundo el planeta entero o casi todo él está en dudas o con dudas ¿por qué yo no me puedo unir al viso del momento y decir a qué diablos me aferro mientras que no explota todo (¿aún?) desde adentro y sí esa misteriosa calma se mantiene como un manto de terciopelo sobre un camino que a cada paso se va vislumbrando sin tener que dictar señales o medidas o mapas o guías que indiquen que no otra cosa podría ser la fe y descubría que me sentía aferrado a Los días ajenos y trataba de setnir el equivalente a ese vacío doloroso de 2015 que lo ocupó el The L-shape man excepto que la vida ahora es como repitiendo ese repaso y diciendo oiga el vacío será pero no el dolor y de momento es Los días ajenos y a un mes del fallecimiento del padre de mi esposa cito También la melancolía la invadía por días y días, sin saber muy bien a qué causa atribuirla. Tenía la sensación de vivir algo doloroso que no entendía bien. Sentía un vacío, una especie de ausencia que la atormentaba. A menudo la tomaban unas tristezas hondas, sin causa aparente (..) Quizá por eso se asustaba con las angustias de la abuela, porque resonaban en ella, porque le parecía que la anciana era también ella, llena de aprensiones y pesimismos (..) Entonces, seguramente movida por el miedo de sentirse sola con su melancolía, aprendió como la abuela a perderse en ensoñaciones, a preservarse mediante ellas del presente tedioso, de las tristezas o de la soledad. Imaginar historias, habitar mundos creados a su antojo, encontrar en los recuerdos las voces amigas y adecuarlas al deseo, era una manera deliciosa de acomodarse en la realidad sin habitarla cuando ésta era molesta (..) Descubrió que dentro tenía voces y vivencias suficintes como para construir un mundo y realmente ayuda cuando de hacer las paces se trata o se señala como que hay que pausar para no recriminar el instante la idea sino ayudar a fluir para que no se estanque en una discusión en un arrebato
Luego viene la historia del amor apasionado con Pablo que es como resumir diciendo que no hay mejor manera de amar a su amante que cuando está en una relación de matrinomio y así no hay tanto desgaste de alguna de las partes por usufructuar ese espacio que no de otra forma atribuiremos a la soledad y cada encuentro en un cuarto neutro de un motel o de moteles que signen un propósito distinto diferente otra emancipación en clave búsqueda o el mismo cuarto incluso para permitirse crear un eje de cama de un hogar que sin todo lo demás se desgastaría exclusivamente desde y a partir de y para el sexo no más; El amor para mí es algo tan inaprensible como la luz. Me llena, me ilumina los días, pero no puedo asirlo. Imposible apropiármelo, imposible cualquier promesa (..) Por eso mi realidad es otra. Nada de amores eternos (..) te ansío sin poder llamarte. Porque no; porque eso sería como romper un pacto; porque eso significaría perderte. No puedo llamarte; tienes que venir por tu cuenta, buscarme el día pactado, sin conversaciones que medien el encuentro, como si no existieras en esos intervalos. Ese pacto es el que permite que luego se dé lo que somos
Y entonces entra como un suspiro ese acto que se vivió algunos años atrás y la única manera de afrontarlo ahora ha de ser que sea distinto o diferente o signarlo para dejarlo por escrito y que también esté ahí cundiendo o cubriendo o saliéndose o emancipándose pero no perderlo de vista ante el sentido del momento que se ha de vivir Y, sin emabrgo, en el breve transcurso que compendia lo vivido, todo el dolor y el peso se concentra. El pasado destila con tal fuerza, que adquiere el aire intemporal del eco y no es posible medirlo; se adensa, se aglutina, se vuelve círculo concéntrico; el pasado marca ritmos al presente, nos hace mirar más allá de la inmediatez cotidiana
¿Pero si no es mediante la obediencia legendaria entonces desde cuándo y a dónde?
Ante tal desacato ¿no la soledad?
Tal vez
Pero sobre todo la respuesta
me sentía más sosegada, más tranquila (..) intenté alejarme de ambos (..) pasaba horas enteras mirándome en el espejo; me desnudaba y me miraba largo y le sonreía a la imagen, cómplice, comprensiva; me acariciaba la cara y me tomaba los senos y me decía que en adelante seríamos fuertes y compañeras las dos (..) ser de nuevo dueña de mí, de mi cuerpo, de mis decisiones (..) porque ya las cosas nunca volverían a ser iguales, ya nada ni nadie me iba a detener (..) Me iba, ¿qué importaba a dónde?
Excepto que tardaría un par de meses en entenderla pero la recordaría anotada en este espacio
Tanto para ella como para mí
Eso que alguna vez fuimos y todo ello que alguna vez también construimos
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"……. wow we truly are social beings"
1 comentario:
Tomado de: https://buhrecords.bandcamp.com/album/br78-visiones-de-la-cat-strofe-documentos-del-noise-industrial-en-el-per-1990-1995-essential-sounds-collection-vol-5
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