sábado, 6 de enero de 2024

«son siete mañanas una pinta a dos peniques, que son siete de a dos, que son un chelín y dos peniques que llevo y estas tres mañanas dos pintas a cuatro peniques son un chelín. Eso hace un chelín y uno y dos que son dos y dos, señor»

EL SEÑOR DE MONSERRATE

Historia, siete domingos y via crucis

Equipo Paulinas

Paulinas. Bogotá. 2010. 159 pp

Al no ser creyente ni haber sido criado en un entorno realmente como tal me es fascinante saber que la vida cristiana es un constante peregrinaje hacia Dios y esos puntos de llegada son una simulación de que la vida de cada humane no es extendida sino hasta ese momento de encuentro ¿de alivio? ¿de descanso? ¿de por fin?

Y si la cruz es el único camino de salvación ¿por qué se preguntan a dónde se dirigen? 

Creo que el lío de la gente creyente es que serlo es muy arrecho:

El dolor como la llave santa de la santa puerta 

O la humildad

O la mansedumbre

O la resignación

O el silencio 

O el ante el sufrimiento ya sea propio ya sea en les demás

O las condiciones para ser un trve discípulo del Señor:

La entrega

La renuncia 

El servicio

El dolor

& La muerte

Tal vez entonces la verdad de quien cree es que todo camino ha de ser una réplica sin súplica de la vida de Jesús

Otra voz es que él ya haya vivido el dolor por quienes creen sentirse dignos de ser hijos de 

¿Ese anhelo cada día del encuentro con Dios en el cielo no es una manera de decir que se es cobarde porque se sigue con vida?

Enmendarse es resarcirse 

Enmendar que también puede ser quitar defectos

En fin

Los siete primeros domingos de cada año la gente se aglomera para empezar a pedir las solicitudes del año al Señor Caído y la imagen que se siente es más o menos así




En el primer domingo no se pide nada solo se agradece el estar ahí cumpliendo la promesa

En el segundo domingo se solicita el perdón de todo pecado y para ello el reconocimiento de que se ha pecado

El tercer domingo es la bendición de los hogares y de las familias que acá es muy parecida la intención a la oración final que se oye al despedir las misas arriba en El Santuario:

Señor de Monserrate, te presentamos el homenaje de nuestra fe, nuestra esperanza y nuestro amor. Creemos en ti, Hijo de Dios y Salvador nuestro. Confiamos en tu bondad.
Señor de Monserrate, te damos gracias porque nos amas, nos atraes con tu imagen, nos guías con tu palabra y nos brindas tu perdón.
Señor de Monserrate, te consagramos nuestras familias: conservarlas en armonía, nuestras casas y apartamentos: ilumínalos con tu presencia, nuestras alegrías: santifícalas con tu amor, nuestras preocupaciones: acógelas con tu bondad, nuestras dolencias y enfermedades: remédialas con tu misericordia, nuestro trabajo: fecúndalo con tu bendición.

Señor de Monserrate, te suplicamos la firmeza de nuestra fe, la fidelidad a tu Iglesia, el don de la paz y la vida eterna.

Amén

El cuarto domingo es por las acciones de misericordia

El quinto domingo es la invitación a ser humildes

El sexto domingo es cumplir la misión que ha sido asignada

El séptimo domingo es aceptar la muerte como pasaje para esa ansiada vida eterna junto a Dios y Jesús y la Virgen y los santos 

El via crucis es el camino que sigue Jesús hasta la crucifixión y cada una de las quince estaciones tiene también su implicación;

I. Es la ayuda a tener solidaridad con quienes están en situaciones difíciles

II. La liberación de todo engaño y mentira e infidelidad

III. El entusiasmo en la misión

IV. El reconocimiento de cada cobardía 

V. La valentía para defender la verdad y lograr salvar vidas inocentes

VI. El saber reconocer a Dios en cualquier persona

VII. Saber cargar la cruz

VIII. Comprender y la solidarización ante quienes así lo necesiten 

IX. El valor el respeto y el lugar que ocupa la mujer

X. ¿Qué se está dispuesto a perder para disminuir el sufrimiento de les demás?

XI. Por el perdón ¿usted estaría disponible para una vida distinta?

XII. Con la Virgen María la relación que sea en los mejores términos posibles 

XIII. Agradecé a Jesús por haber muerto por nosotres

XIV. Solicitar la muerte de todo egoísmo por parte propia

XV. Agradecé a Jesús que resucitó y vive entre nosotres