AL FARO
Virginia Woolf
Alma. 2022. 238 pp
Cuando se tiene ya cuarenta y cuatro años
no se puede seguir desperdiciando el tiempo
La manera que tuvo de darle aquellas herramientas -eficaz, sencilla. amistosa- daba fe de que las cosas ya iban mejor entre ellos. Pero «enamorados» ya no estaban, eso no. Paul había conocido a otra mujer, una mujer seria, que llevaba cartera y el pelo recogido en una trenza -Minta la describía con gratitud y casi con admiración-, que iba a los mitines y compartía las preocupaciones de Paul, más acentuadas cada día, por asuntos como la tasa de los bienes inmuebles y el impuesto sobre la renta. La relación con aquella mujer, lejos de haber roto su matrimonio, lo había consolidado. Cuando él se sentó en la carretera para arreglar el coche y Minta le alargó las herramientas, resultaba evidente que eran excelentes amigos
¿Vamos adónde? ¿Hacia qué extraoridinaria
aventura?
Ese es el horizonte de singularidad; conocer a alguien de ese tamaño
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