1984
George Orwell
RBA. Barcelona. 1993. 251 pp
Bueno, la humanidad es compleja. La gente es terca y necia. El cansancio. La época. Todo tan al garete, pero nunca antes habíamos estado tan acondicionados a tener todo a la mano o a comer tanto dulce o a tener tantísimas opciones libres que hacen bloquear cualquier toma de decisión decida usted no yo por qué aprenda a tomar decisiones por sí mismx y al cabo de la respuesta tenga por sapo y equivocarse porque así no era así no fue
Todo tiempo pasado fue bien distinto
En el albor de una era más automática, más cruel espiritualmente hablando, muchísimo más cómoda, donde cada aspiración paga es a sentirse estrato cinco, no virtual sino más bien al borde del tapete donde ahí apenas debajo se acumula toda la grasa y suciedad y meandros y sueños licuefaccionados
O como ese título Out of time que se iba figurando como qué diablos quiere decir ello y ahora heme aquí. Escribiendo en un blog cuando dejaron de usarse hace casi diez o doce o trece años. Sin tener ya vista a tüiter o tik tok. Apenas sin haber puesto jamás una marica selfi. Y creyendo que la época Obama en que todo fue apertura fue algo bueno y ahí me quedé, porque no cedí a la rabia de atacar lo trans. Y así me siento. Ya viví lo que hube de haber tenido que vivir. Quieto. Quedado. Desorientado. Apabullado
¿Cómo podría Winston escapar de allí?
Lo había leído en esta misma edición en 1994. Muchas cosas cambian en 30 años. Había leído a Poe en un ciclo de terror del mes de octubre. Pero vaya que éste libro sí que me hizo temer. Perderlo todo. Perder toda esencia porque todo va a un partido político. No es obtuso. Reagan cuando dice en esa época que los latinos serán republicanos. Los latinos votando masivamente al siguiente presidente de la USA. ¿Cómo llegar y salirse de todo? Y la telepantalla era la TV. Hoy en día es inimaginable una cita con alguien y que no interrumpa cien veces la conversación ya no la caminata por ver ese aparato cada vez más IA y no sabré no estaré para ver cuando sea la vaina cuántica y todo tenga sentido desde el minúsculo sentimiento de un engranaje tan súbitamente invisible e indivisible que amarrará el alma humana a cualquier toma de decisión que sea lo menor que se desee obtener ¿qué comer? ¿qué ver? ¿qué pensar? ¿por quién votar?
Y en la escasa entrada del Diario de aquella vez, puse que podría ser también el $ y toda la parafernalia que hace cada humane por tenerlo o guardarlo o acrecentarlo o decir junto a su nombre que lo tiene
Y cómo salirse del Partido. No recordaba que el 85% de Oceanía es gente de un estrato bajo. A ras. Y aún así parece que viven más libres. Pagar para sentirse mejor. Pagar para simular estar mucho mejor. Pagar para ser alguien distinto y mejor.
¿Cómo desclasarse?
¿Cómo salirse?
¿Para qué dejar de sufrir?
Creo que el viejo senil que se topa en una tienda y lo entrevista para ver si se recordaba de cómo era la época antigua le advierte: No es necesario meterse con parejas
Es como cuando veo a esos pares tomados de las manos subiendo la montaña y no es más que muestra de una debilidad de que sumercé no será capaz de abandonar a alguien cuando toque a no ser que la borrachera o los golpes o el hachazo en la cabeza así lo obliguen
Y luego pienso en lo que Margaret se alimentó para ambientar su Cuento en 1984 y en los posibles paralelos que podría haber sido puestos en algún ciclo de alguna universidad de antes cuando la gente iba a ver pelis o se tumbaba en el pasto y no era la cita obligatoria ante la telepantalla de turno para dar fe de existencia
¿Así que para qué erradicar el pasado si todo no es más que presente? ¿Para qué preocuparse en abolir situaciones que acontecieron si lo único que importa es alimentar a la máquina del tik tok de turno? ¿Gustar por likes? ¿Evadir la responsabilidad emocional de sujetarse con fuerza ante el embate técnico y poco comprendido de alguna desgracia natural? ¿Con una mano me sostengo y con la otra me filmo? ¿Realmente a alguien le podría interesar lo que suceda si el electo prometió que los huevos irían a volver a los precios de 2017 // 2018? ¿Y cómo como latino no le voy a creer a un blanco?
¿Qué tanto de miedo o mejor pavor a la soledad es la base del libro?
¿Qué tanto de predicción?
Diría que más en 2024 que en 1994
¿Y ahora salido del tiempo, qué me ha de deparar desconectado ya ni siquiera sin la línea para un teléfono fijo? ¿cómo hablar? ¿a quién?
Y Jvlia vuelve a aparecer. El engaño el motivo de la locura el perder los estribos que eran los últimos que sujetaban la vericidad de la vida mal que bien que llevaba a rastras a cuestas ahí lo único que vale la pena vivir la vida
¿En serio apostaron por ese cñor que no envejece durante la presidencia porque no le estresa porque realmente no le importa y viene una recesión? ¿En serio creen que el mono va a perder? En la novela el Gran Hermano siempre gana. ¿Cómo va a perder el que ganó ahora y mandar a la USA al garete? El circo que será de noticias mientras ahí atrás hacen todo lo oculto para quintuplicar el poder y redoblar apuestas vagas por una deuda al fin y al cabo impagable. Y los Brics caminando ahí y ya veremos cómo atacan o refuerzan o dicen o algo
Tüiter como los dos minutos de odio
Pero ya veremos
O ustedes, porque a mí ya me pasó el tiempo por encima
No hablaré aquí de la inmortalidad en le gabinete del nuevo presidente electo
Dejaré es esa constancia de dos cosas que sí que me asombraron y cualquier parecido con lo real ... blablabla .... uno es que ya no se escribe a mano porque no hay motivo para ello y dos es que ya nadie manda cartas porque todas las lee el partido y para salvaguardar composturas, lo más indicado es comprar una esquela o una tarjetica timoteo y tachar lo que no se debe enviar y entregársela a la persona destinataria
La humanidad volverá a ser nómada porque para qué tener cosas si todo es ahora una telepantalla de escaso centímetros que cabe en una mano .. y lo único que se necesita para viajar es trabajar como con locura como bajo el influjo de la demencia
Suena: Endangered species, del álbum Roots, de Sepultura
1 comentario:
Time waits for no slave, Century media, 2009
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