EL POETA
Yi Munyol
Norma. Bogotá. 1994. 203 pp
30 años después
¿Cómo hubiera sido en caso de haberlo leído en ese 1994, tal vez 1995?
Vaya a saber en qué diablos me gasté la plata de esa época, de ese diciembre
Y ahora lo que me queda es ese vacío de lo que es algo que es poesía, algo que es poeta; esa circunscripción que eleva a la poesía a la máxima categoría que lo literario pueda atestiguar, guardar, conservar, pero al poeta no se le debe dar absolutamente nada porque entre más despojado más pureza y por ende mayor autenticidad
Me gusta esa imagen de la desaparición de una nueva forma de, tanto en el poeta como en el viejo borracho, de desaparecer, de no irse, de no camuflarse, de no escapar o huir, sino de involucrarse tanto en el paisaje que para eso se hunde en la invisibilidad
¿Qué tanto puede cambiar en una vida a lo largo de 30 años el acto creativo?
¿Qué estaba escribiendo por 1994?
¿Mantengo escribiendo en 2024?
¿Y por qué ahora no anhelo la capacidad natural o normal de ser reconocido o publicado o de tener mi nombre en la portada de un libro y ser quien se lleva todo el honor ante la hacedura del objeto?
A veces me acuerdo de que en mis dos libros oficiales mi nombre no figura ahí y me hace sentir ligeramente orgulloso de ello aunque tan pendejo o pingo, más bien, para jugar con la ritma de los dos paréntesis que encierran los 30 años
Al dejar la sugestión de la rabia y evaporar su odio, la poesía entonces fluyó; y fue cuando la poesía lo arrastró con ella y lo desapareció
Vivir seguramente para transformarse
¿Pero vivir para dejar una huella o ser recordado o tener con que arriscar en esa potente lucha contra el olvido?
Me gusta es lo que puede cambiar alguien en 30 años, en caso de que haya algo que valga la pena decir que salga o se vaya o abandone o estacione
Pero así sí acepta entonces esa manera que no de otra forma económicamente correcta se llamaría poesía?
A veces pienso en las grietas de los poemas que leo de quienes ganan premios, las formas que establecen, lo que gusta a algún jurado, esa transacción o esa tasa, según la palabra
Siento que abro la brecha para confesar entonces qué es poesía y me siento en 1994, cuando se practicaban las siguientes urgencias
Jugué. Y siento que he perdido. Aunque mantengo en la gravitación acorde a las arrugas y dolores y achaques que ahora también son mi mapa principal
Podría haberme ido ya cuando fue esa vez y a veces la vida es más grande
Entonces la capacidad de ser otra persona es lo que más indica el cambio en esta ocasión
Y si me correspondió ser parte del cambio, ¿por qué me habría de sentir así de bravo como lo estaba en 1994?
1 comentario:
Throes of Joy in the Jaws of Defeatism, Century media, 2020
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