jueves, 19 de julio de 2012

Síntoma: Inhibición de angustia

SEIS VERSIONES SOBRE ERNESTO VARONA

Johann Rodríguez-Bravo
Ediciones Pluma de Mompox. Cartagena de Indias. Abril de 2011. 95 pp

Incluso cuando me acerqué al stand a comprar el libro y lo tomé en mis manos -por más que pretendí hacerme a la colección completa del Bicentenario me fue imposible pagar el millón largo que pedía la interesante propuesta- un vecino me dijo lo triste que había sido el perder a semejante personaje potencial actor del pelotón principal de las letras nacionales en un par de décadas a lo sumo. O bueno, no sé. El caso fue que le respondí al hombrecito algo como: Uno se muere cuando le toca y él quedó como: callado y triste. Y después me preguntaba por qué decía eso, porque no era más amable o más abierto a la charla o...eso que a veces da por ser humano: el bálsamo de una charla intelectual bien llevada y poco a poco la demostración de que lo que yo sé puede ser más de lo que usted sabe y el inevitable: ¿Y lo conociste? Y en fin....lo veía cada mañana mediodía con el Maestro Espinosa y con ...hombre...este pelao que no volví a ver.....ole...esta memoria y a esta edad sí que es delicada.....bueno...el pelao que tiene un blog o tenía no sé, un blog en El Tiempo y que es paisa.....Y el caso es que una vez fui y le dije que qué con Johann, que qué con su obra y hasta me gastó un tinto y me dijo algo de fotocopiar no sé qué, y yo busque y busque como loco "Aquella vida de mago" y primero me topé con "Ciudad de niebla" en la Lerner que, como cosa rara, empecé a leer esa misma tarde de lluvia que la compré y me gustó fascinado cantidades. Y fue más tarde, incluyendo viaje a Popayán que en un robo minúsculo me hice a una copia de la de la editorial Axis Mundi y sin...bueno...en esos días yo era un completista de mierda.... Y el puto cabrón del Villoro aparte, creo que el libro de cuentos se volvió en mi favorito y lo leí como tres, cuatro, cinco veces, ¿me ntiendes? y se lo recomendaba a todo el mundo y no fue poca la gente que entró a la Lerner a pedirlo a preguntarlo, y yo totiado de la risa cuando me decían, No, Ques Difícil De Conseguir. Y mi copia robada allá en el estante de libros que no son míos, digo, como para paliar culpas. Y entonces empezaron a pasar cosas, cosas y cosas y cosas por más propósito que haya hecho de ser juicioso con la literatura, pero la vaina venía de 2 años atrás, desde que leí a Celan y ya nada pudo volver a ser lo mismo.....y por eso, desde esos ecos del dolor y de la búsqueda de un lenguaje no normativo, jamás volví a aceptar a alguien de esta era moderna, por más Franzen que fuera.... y, por ello, heme aquí como medio a medias con una obra que tildaré de juiciosa, quizás, juiciosísima, pero que necesita de un espacio tiempo personajes de carne y hueso reales y esa obsesión por los perros vaya a saberse por qué y claro, los fantasmas que susurran en casi cada esquina de la potencialmente literaria Popayán, pero a medias, definitivamente y ya sin el ánimo de llorar por aquello que no fue pero que sin embargo quedó en el ambiente y en la memoria de una generación que, de aquí a un par de lustros, lo tendrán erigido como el muerto a mantener vivo, como para que puedan decir que algo sí valió la pena y como suele ser en este país que lo devora todo tan verde y tan bello, lo mejor muere justo a tiempo antes de que la manigua de los medios de comunicación lo lleven a ese nivel del mamonismo total y si no es a punta de premio es como si no existiera.....

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