sábado, 23 de noviembre de 2013

. L'inclination

LADY MASACRE

Mario Mendoza
Planeta. Bogotá. Agosto de 2013. 251 pp

Hay dos puntos que llaman la atención. El uno, que la tensión entre Frank Molina y su pareja, la masajista, sobreviva y no quede o rota o muerta o inconclusa, y por otro lado, que el título corresponda a una intersexual.

La historia mendoziana de turno parece haberse leído en alguna ocasión anterior: un desclasado va en pos de su presa ya herida socialmenteexcepto que en esta ocasión deja que sea "la justicia divina" la que se ofrezca a responder los pormenores del viciado proceso.
El Realismo Grotesco no es más que la transcripción de la parapolítica desde el punto de vista de un congresista preso, confesado humano.

Y allende la perversidad narrativa, ese influjo de conciencia de asfalto que suda y fornica y se embrutece y se droga y corre y escapa y maldice y ya no da pie para romper lo directo del lenguaje, esa majestad, es precisamente éste último elemento en un apartado subcapitulado el que me queda repitiendo como un loop brillante en plena zona neural: "yo no se refiere a ningún sujeto"
¿Es la tal formalidad del lenguaje la última manera de romper el vicio mundano en el que todo lo predicho por esa Voz desde siempre ha de conducir a una suerte de errancia en la victoria ante lo poco último que ya queda dominado por todo el poder que acumula el agresivismo?

Marcado el dichoso laberinto más que humano, psiquíatrico, ¿para cuando una obra que no salga de los claustros de una sitiación mental? ¿cómo una novela en clave de locura cuasi epiléptica? ¿en dónde la parábola de la derrota regresando a golpear una vez más a la víctima por la espalda?

No sobra recordar que en "El misterioso viaje a Shambala", Pipe se sumerge a un abismo para hallar a Mendoza como autor y, a la postre, ayudarlo a decidir entre salir vivo o indemne o anónimo o vivo de allí.

Otra cosa es el nombre, el férreo desgaste en mirarse en aquellos los demás, pero el infierno, el infierno, como decía el maestro Crumb, también somos nosotros..

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