lunes, 11 de agosto de 2014

Más allá de la nada (.... (?))

BLACK METAL IN THE WHITE TOWER Metal's formless presence in contemporary art

Amelia Ishmael

2012

Nombro los pupitres de Humberto, los fanzines de Felipe. Nombro los conciertos en el svr, en Cuadra Picha. Nombro los tüits con Ana. Nombro decir que el más interesante Black Metal del día de hoy lo hacen muchachitos que no alcanzan la cifra de los 20 años y cuando uno los ve, a la luz del día, son hardcores o simulan cierta irracionalidad con dicho género y sus satélites.

Amelia Ishmael llega a mis días gracias a Locrian.

Por aquellos días hicimos una visita a Humberto justo cuando adelantaba su proyecto "Damn right! / Norwegian wood?"

Osea que el Black Metal había sido secuestrado por artistas de todo el orbe y los verdaderos blackeros, los que alcanzaron hasta la segunda ola quedaron reducidos a un tiempo/espacio sugestivamente oculto hasta que el signo de los tiempos los vuelva a poner en el orden invertido, es decir, adelante en el oleaje vasto del incólume universo maníaco de la composición musical del s. XXI

No solamente la información para la que suelo ser bastante retardado, en lo referente a Simposios de Black Metal y que tales, sino en la guía perfecta del género que trae consigo, y de ello hemos hablado lo suficiente en tantísimos espacios que ya nos cansa repetir acá mismo, la fuerza adecuada, ergonómica que diría mi amiga, para avanzar en el desafío del colapso de la nada.

"Somos nada", a propósito del terriblemente sentimental "When life comes to death"

¿Entonces?

Amelia toma el Black desde las montañas de Noruega y lo instala en forma de instalación en la "torre blanca", osea, en el Museo.

Y de su tesis, dos sensaciones me quedan.
La primera, el cuerpo como forma de conducción a lo sumamente desconocido o alejado. En este caso, Gaahl caminando bajo una tormenta de nieve junto a Peter Beste. Y la segunda, si ya no hay nadie vivo que haya vivido ciertamente el tete a tete de la segunda ola del Black -de la tercera y cuarta es mejor no hablar, de la quinta y octava sí, tanto la sexta como la novena siempre han sido puestas en duda-, ¿será entonces si no el Arte o los tan cacareados artísticas, la Historia misma, la encargada de conducirla al redil de la contemplación doctoral en la Academia? ¿Aquella Torre de Marfil de las sanas costumbres, del mal aliento, la calvicie obligada y el buen vestir aunque un tanto raído el asunto?

Pero como del vacío venimos, oímos música un tricitico, y al vacío volvemos, de 1991 cuando comentaba sobre el "Deathcrush" a un compañero de conciertos en parqueaderos "prestados" a la fuerza -Underground- a 2014 cuando desde una ventilada sala de ensayo un energúmeno caripintado desafía al desafío de fin de semana -Avant-Garde- la cosa necesariamente maldita ha cambiado.

¡Cuando los malditos verdaderos están en el congreso de la ex república!
¡Cuando desde las ruinas y la sed y el pronto precipicio de la muerte las noticias solamente hablan de peste, y ruina, y debacle, y sangre, y bombas, y electroshocks para apaciguar el ánimo social!

La música, mi hermano, lo era todo, y desde ese sol oscuro, la elevación se lograba al tender el puente para describir un ralentizaje en la irracional esfera del patatús contemporáneo.

Y de Amelia, guárdaremos lo siguiente, con la fe puesta en el advenerir:

"Black metal is a formless language that can be conjured across disciplines, modes, visual and musical media"

Ausente
Desformado
Fisurado
Hueco

La pista ya indica el siguiente vuelo....

No hay comentarios: