jueves, 1 de octubre de 2015

At Daggers Drawn

CHULO
Coragyps atratus
2015

Hay algo que todo cambia. Hay una manera de hacer siempre lo mismo tan distinto que se vuelve la marca de la casa. Ese recuerdo pegado insobornable que no deja de alimentar presentes por más pasados que hayan quedado allá. Por más puertas que se oigan abrir al chirriar en una trama descompuesta a vacío. Discretamente adictiva. Útil. Tan vital que se vuelve necesaria.

Finalmente, lo que nos hace servir, aparte de la biología, lo fisiológico, esa degradación orgánica que impulsa a casi todo lo vital, es la Historia. Leída como tal. Alejada. Imperfecta. Somatizada. Mal escrita. Rutinaria. Peculiar.

La frase que empleo para referirme a Chulo es la de "la banda con mayor proyección internacional, sea ello lo que sea que signifique" y lo digo amparado en una sospecha de género no menor que tiene que ver con el combate cuerpo a cuerpo que permanentemente veo como testigo desde una de las últimas filas del metal de corte extremo en esa huella oceánica que es el margen del recuerdo de confrontar tan similares tendencias, aunque tan distintos espacios geográficos.

Podría traer a colación a 'Habichuela' en el documental de Reencarnación y al compararse, en 1987-1988 con otros países, decir que si existiesen técnicas de mayor envergadura, el Metal colombiano estaría en otro cuento.
Cuando lo cierto es que al adentrarse en la historia del Death Metal mundial, las condiciones precarias muchas veces eran para la gran mayoría.

Empezar a hablar de PoderViolencia sería equivocarme lo suficiente como para dejar dicho aquello que tenía que decir del género: http://grindcorekaraoke.com/
Pero la sensación externa, un tanto distante, desde Chulo, es la del juicio por ocuparse en avanzar en un senda que es solamente de ellos, tan móvil y dúctil y maníaca, y cierta, y divertida, y de asueto tan real, que por supuesto logra conmover a un punto no de colectivo, pero para mi caso profundo de insolencia y autoflagelación egoista, es suficiente como para fijar la vista en la noticia política.

Chulo había quedado en un punto y aparte con su "HP PV" y empieza justo el siguiente párrafo con "Poderviolencia nadaísta", en instantes bellos de la osadía colombiana en que Carolina repasa la obra del maestro de OtraParte otorgándole el título fantástico de hombre libre, en una triste sociedad enredada en la telaraña de la apariencia. El punto que destaco es cuando cantan ♫Somos los panclastas, juventud de la nada♫ que se une, tejiendo su propia senda, hasta esa misteriosa escena del ríodelaplata paisa que fue el metal medallo y de ahí hasta atrás y llegar a la época de las fotos en blanco y negro. La primera sorpresa, entonces, viene incluida, ya bajo el preaviso de la Historia, ¿es Chulo el heredero natural no solapado y hábilmente elegido y no pregunten el por qué de que la colosal esencia del Ultrametal original se siga transmitiendo entre sentidos predispuestos a la grieta de lo común y así huir hasta fundar un propio profundo precipicio de bulla?

Creo que el "Coragyps atratus" será un álbum para plantearse la valentía de asumir una posición acorde a la importancia de los tiempos. Algo que parece tan fácil o normal dentro de la escena musical subterránea, pero que es tan difícil de desarrollar.

¿Cuál es la esencia del cambio?

La primera imagen que se me viene, así de primerazo, es esa muchacha disfrazada de ratona, en Génesis.
Noche rara, tal vez, en donde tuve que exigir a mi valentía para poder asistir a un concierto de disfraces.
No era obligatorio, por supuesto, pero Chulo era SUNN O))) porque Jorge, el baterista, no estaba en la ciudad y se vieron obligados a metamorfosearse para cubrir los quince minutos de rigor.

Cuando pienso en SUNN O))), por ejemplo, me imagino que soy capaz de hablar con propiedad de esa cantidad ingente de varianza que existe desde cada álbum. Como si fuese la nieve, la arena.
El cambio tan significativo que se presencia ante Chulo, me deja en la duda sobre sí se debe a la disciplina para avanzar en la producción íntima de cada uno de los trabajos, o desde una feroz utopía el impulso por habitar la nada desde canciones y canciones y canciones van formando los conglomerados de poca rutina que se funden en algún medio o split o físico.

¿Era aquel disfraz el aviso?

Por momentos se sienten las esclusas abiertas, el paisaje con ese terrible viento, como cuando la furia misma se lo quiere llevar todo de una vez para empezar desde la nada, otra vez... casi siempre....

Si fuese el Chulo de hace apenas tres años, ¿ese encantador lado B de las canciones en dónde quedaría si todavía no había nacido la urgencia para repasar tal séquito?

Porque a partir de los veinte segundos de rigor canónico la bestia se calla y la comunión con la naturaleza, tan asfixiante que se siente allá afuera, se ritma entre coágulos de unos silencios que, allende el válgame, inician la búsqueda de una cruenta etiquetación de nueva fuente para fundirse en el estado presente de la novedad válida.

La siguiente historia que me interesa, que siempre me ha parecido atractiva, es la de las letras y las posibilidades que brinda, a partir de un marco de hiperealidad demasiado cercana a la voluntad de una locura que, si no es porque sospecho que he visto a los integrantes como personas sociales que son, me preocuparía al sentir la codicia del daño mental tan cerca, ahí a la mano.
Sin sentido El vacío

¿Cómo poder huir de allí?

La sobriedad social, al mismo tiempo, es lo que caracteriza a la banda. Una soledad causada por la devastación de algo necesario para la sociedad de la que llegan las canciones. Un día más allá del nefasto estallido del meteoro que carcome toda muestra de voluntad viva de vida humana.

O, en su defecto, la advertencia à la The Walking Dead, de huir en el menor tiempo posible cuando un caminante se arrime a horadar la escasa tranquilidad que brinda el previo arrimarse a alguien y dejarse engatusar como un vil pendejo.

Y ya que se habla del estallido antiséptico moral de una ecuación preapocalíptica, en caso de que salga beneficiado haga lo posible por acribillar a cuanto humano o infectado se le atreviese en esos primarios momentos de la ofusca confusión, prevéngase con esta canción: Ingeniería de la destrucción

Otro de los puntos que pone a pensar, de las frases, mejor dicho, es la que está en "Tráfico de órganos", cuando cantan: ♫el criminal obtuvo la victoria♫
Suelo desentenderme del manido desentrañar político, así que me da risa cuando veo, año tras año tras año tras año un nuevo libro esperanzado pero inútil o muerto o zombie en el que tratan el fin del capitalismo.
Conforme pasan los años, y la gente sigue polucionando el mundo con más y más gente, mi democratización se desinfla para darle paso a ese subhumano conservador que solicita ayuda celestial para exterminar a, por lo menos, 3/4 partes de los seres humanos vivientes sobre la faz del planeta.
Supongo que la labor del capitalismo era mantener a flote una centella de vida para opacar al resto hasta disminuirla a ceniza menos que volcánica, y así generar dividendos.
Por eso me llama la atención cuando los malos, o los que la gente tiende a considerar como malos, obtienen la victoria, y si lo hacen ofuscan y molestan e incriminan a quienes están del bando ideológico contrario, amparados en un vetusto Jesús también barbado llamado Marx cuya última función, hablando del cristianismo, es saciar la sed del peligro de la escasa autoabastación a la que sus seguidores, idiotas, se ven sometidos.

A veces, cuando la ideología no deja ver que ya se está bien muerto por dentro

Y, a propósito del tema, termina el álbum con "Exequias de la mente": ♫Su prisión son sus propias ideas♫, y aunque la canción va en contra del conservadurismo, quiero aprovechar para odiar a todo el mundo y dejar por sentado por igual la culpa maldita que tiene tanto el conservadurismo como el liberalismo por traer más y más gente al mundo.

Pero es de música de lo que hablamos, habitantes de este sector planetario.

Creo que a nadie podré culpar, finalmente.

Aquí el único que se merece todas las vainas soy yo, que soy el que escribe esta mondá.

Y justo ahora que repasaba las listas de lo mejor de Colombia del 2014, y me veía a gatas para nombrar al menos un trabajo que mereciese la pena de ser convocado a la lista autóctona, recordaba que Ana pedía públicamente desde su tüiter que alguna persona le hiciera el favor de comunicarle el estado actual de la música en Colombia.

El "Coragyps atratus" bien puede haber salvado esa sequía de años de un álbum completo, serio, nutrido, maduro, hábilmente producido y bajo el rigor real del equilibrio traducible al sonido de verdad en vivo y variado, y según sospecho, capaz de atravesar los bordes para salir a dar más que sea una vuelta a otros rincones del peliagudo salón de ensayos donde ejercen de guarida local.

A veces basta con tener presente a la escena.
Y a veces no basta con verla desde las barreras.

A veces toca ir hasta ese lugar oscuro y ,para mucha gente que critica con el miedo a verse reducida a fan, barato, tan expuesto que se oculta en cuanto los no iniciados simulan aparición.

Pero vale la pena, por el resultado, por la orgía, por la bulla, por el calor, por la propuesta, por la inclemencia, por la sensación de ser desollado vivo que queda tras lo poco y rápido y mordaz que ellos tocan

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