sábado, 12 de diciembre de 2015

Carved out and cave in

BARRILETE CÓSMICO
(El relato completo)

Víctor Hugo Morales
InterZona. Buenos Aires. Noviembre de 2013. 120 pp (45 del primer tiempo +  43 y 3 de adición del segundo tiempo)

Basta recordar, una vez más, aquella mágica serie de los hermanos Gunn que no era otra vaina que porno para los que les gustaba todo lo del porno excepto el sexo.
Me pasa con Peláez y Mejía a quienes les tengo el pálpito diario cuando se pueda de oírlos al mediodía en esa maravilla de sin fin de notas de laboratorio desde el cúmulo de experiencia de la vida misma de ellos para la vida misma de los demás que es "El pulso del fútbol", cuando lo que menos me interesa en sí es el fútbol como tal.
Por supuesto que conozco a Maradona, al menos sé quién es.
Todavía recuerdo el rostro del señor albino que le vendía las revistas El Gráfico a mi padre y porque tal deporte no estaba destinado para mí, la cantidad de información que se podría haber leído en mi infancia apenas era una lectura de distancia sin entender del todo algunos nombres de qeuipos argentinos como Ferrocaril Oeste o Gimnasia y Esgrima de La Plata.
Ya por entonces se preguntaban sí Pelé o Maradona, y había un artículo cuyo único recuerdo es una foto de ellos dos, con camisetas de jugar fútbol, al sol, para un picadito, tal vez.
O el rostro de Diego Armando, barbado, ya eliminado en ese mundial de España en ese triangular de locura inédita contra Brasil e Italia.
O la putiada en la final contra Alemania, quizás mal recuerde que Argentina jugó de camiseta azul oscuro, en 1990.
O mi favorita de todas que es esa celebración exageradamente enferma donde El Diego se saca toda la polución que ha debido aguantar desde que la coca hizo de las suyas cuando se presentó en el Napoli, conduciéndolo todo, casi todo, él solito.

Sé que está Messi, se que en el más reciente juego que perdió Colombia contra Argentina en barranquilla por las eliminatorias al mundial de Rusia de 2018 Mascherano se cargó a sus hombros y antebrazos a todo un equipo, y que desde el paraíso penal que es Colombia se extraña(ba9 a un líder de tales sagacidades, confituras, heroícismos.
De resto ignoro todo el presente tanto de la selección de Pekerman, como la del Tata Martino.

Curiosamente, por más que recuerde que me preparé para ver el mundial de México 86, cuyo lema era "El mundo unido por un balón", recuerdo quizás demasiadas cosas que sucedieron durante los partidos pero del fútbol ya no logro traer nada a mi mente. Así que decir que sí, que sí vi ese juego de cuartos de final es mentirles a ustedes, mis pacientes lectores, porque lo que recuerdo es lo que la gente empezó a decir después, que era el mejor gol de la historia de toda la historia del fútbol, y que la mano de dios y Diegol y D10S y ese tipo de pendejadas que lleva hasta la Iglesia de maradona y blablabla

A Víctor Hugo lo veía en "La Zurda" en el mundial de Brasil, y supe que alguna vez saludó a Mejía en algún lugar de sudamérica y le envío saludes a Peláez.

Al leer el libro y al comparar con lo que uno logra rescatar de youtube, me acuerdo de ese narrador que ponía una grabación en cada gol y que se oía como un chino llorando mientras alguien adulto con sorna decía que ya no había tiempo de llorar. Un respeto total a esa gente que narra todo tan rápido, una clase de inteligencia que jamás comprenderé, la periodística toda, y que el mismo Ariel Magnus, en el prólogo, se encarga de pasteurizar ante la poética terminal de Morales en algunos momentos enredados de la transmisión, lo que, seguramente, habrá llevado a cabo mil doscientas millones de veces en cada partido que transmitió

Lo otro curioso, para volver a "El Pulso", es que hay un portal llamado El 5-0, hay un libro que Mauricio Silva escribió sobre aquel partido en Buenos Aires, y fue esan oche en que Colombia alcnazó la gloria que debería haber alargado hasta bien entrado el año 94 para hacer lo que no hizo en Estados Unidos.
Pero ese fue el partido para nuestra historia.
Incluso, por supuesto, más que el dos a cero contra uruguay en Brasil, con dos goles del tierno y publicista pero poco constante y rabioso y escogido para ser el líder pero sin el ánimo para desplegarse proque de pronto sus amigos del Real le hacen bullying y el vídio en redes sociales lo afectaría para el siguiente encuentro contra el Real Sociedad o La Coruña.

La pregunta es, ¿por qué el partido de cuartos de final y no esa final memorable contra una Alemania que venía de perder cuatro años atrás y que siempre llega a finales y a veces gana y a veces pierde como todo en la vida?

Tal vez por la doble magia de aquel mediodía, con un gol de mano y un gol que es considerado el mejor gol de toda la historia y que uno, sin gustar del fútbol, no puede menos que admirar porque la gracilidad de un genio como Maradona no lo exime de que tenía que ser un carismático ex jugador que hace y deshace a su antojo y con maquillaje o sin él, se desmarca de cualquier intento de ruina o sumisión y mantiene el estatus del carácter bien alto, elevado.

Lo más chévre es que, según lo dice Magnus, podría tratarse de un nuevo género literario, la transcripción de los partidos de fútbol, pero creo que eso es lo que se hacía antes de Homero...narrar historias.

Creo que a Diego Armando lo acaban de operar de esa operación que hacen para rebajar drásticamente de peso
No sé mayor cosa sobre su presnete, tampoco de su pasado.....

Los últimos ocho segundos de "Santa Maradona"

Y esa capacidad de ser considerado un genio...... sin empezar a entrar en detalles, pero, también pregunta para Peláez-Mejía que la hicieron hace poco con el viejo Willy.... ¿qué jugador hoy se parece a Maradona? O, ¿cómo sería Diego Armando son el tecnicismo que se impone hoy en día en esa corrupción de tintes tan tristes? Esa rebeldía del Pibe cuando jugaba con las medias bajadas y la camiseta por fuera esa indicio de liderazgo, natural. Hoy tras cada charla que debe dar un prefecto en lideración psicológica, ¿bajo tantísima obediencia cómo se hará un líder?

Pero pienso en esa capacidad transversal que tienen los genios en lo que sea, y es saber transpasar los años, los sistemas, las costumbres, las ideas mismas porque parece que tienen una fuerza tan actual permanentemente vigente que como soles humanos jamás se sienten que se apagan, y siguen y siguen y siguen iluminando constancias, inspirando, los caminos, como si todavía estuviesen ahí...

Eso es lo que me hace pensar el maradona que jugaba fútbol

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