No3
Christine Vantzou
Es el juicio, a mi modo de oír. No me refiero a la disciplina, sino a una constante que lleva que toda pelota 'entre' y que con la conjugación beneplácita de la sabiduría, se componga aquello que se ha de comunicar, y desde un espacio traverso y concuerdo, pulsar la esencia que alcanzará en emergencias a tocar fibras que de tan sensibles logran conmover para dejar sin la duda un camino despejado que no fácil, friolento o demasiado alterado en climas para concentrarse, es cierto, pero lo suficientemente denso para no saber huir de ese borde inverso
Uno puede aplaudir de pie el No 1 por su desviación siniestra de un motivo clásico en cuasiabandono o proximidad de la ruina; o se debe aplaudir en No 2 por esa tierna lejura en experimentaciones no tan desviadas aunque sí lo suficientemente provocativas para dejar que la voz al llamar desde la distancia no se oiga siquiera aunque se note que hay alguien que quiere transmitir algo, por lo que hay que acercarse lo suficiente para atender; o la vanagloria de éste No 3 que se cierne en sí mismo sacudiéndose hasta un nivel diferencial que, sin tropiezos, va abriendo caminos como si fuese la brujería de un tiempo diferente, ajeno al nuestro humano, paralelepípedo, fibrilar como en "The library", autoasfixial como en "Cynthia", o ligeramente tardío como en "The future"
Lo siguiente, será apretar los dientes para alcanzar a acumular fuerzas para seguir la pista de tal inquieta que dice tantísimas cosas, al transmitir egónicamente, en ese lapso de silencio de clave fantasma sin que nunca nadie pueda decir exactamente a qué se refiere sin tener a mano un mapa cósmico para dejarse guiar por sus soterradas constelaciones de brillo único
No hay comentarios:
Publicar un comentario