sábado, 22 de abril de 2017

«Fértiles tierras serán transformadas en prisiones y el sufrimiento humano será como una lluvia sin fin en la tierra entre los dos ríos, la muerte será invocada incesantemente, pero el llanto no parará…»

BOB DYLAN A LAS PUERTAS DEL CIELO f. BOB DYLAN, LA FÁBULA DE NOSOTROS

Jacobo Celnik f. Carolina Sanín
Arcadia + epm. Publicaciones Semana. Ejemplar de distribución gratuita. Hay Festival Cartagena 2017. 56 pp

Alguien que conozco me trajo una edición de esa separata que suelen regalar en cada Hay en Cartagena. Había visto desde el FB de Carolina la noticia. Traté por todos los medios de ubicar la lista a la que Celnik invita en spotify bajo el nombre "El imperio burlesco de Bob Dylan" y no di con ella. Jacobo eligió veinte canciones. Siempre me intrigan las canciones elegidas para ese fin de rodear a Dylan. Al menos son tantas para escoger, que dudo, a menos que sea alguien o muy perezoso o muy pusilánime, de que haya dos iguales. Me hice un ocho al tratar de hacer la lista desde un spotify prestado. Mi computador vuelve a estar dañado. Yazgo en una incertidumbre muy apropiada para mi vida actual. Y así cómo me fue imposible seguir el mapa de reseñas que había planeado desde noviembre del 2016, ¡para todo el 2017!, tuve que verme en medio de un compromiso fotográfico para ésta misma especie de espacio, tuve que apropiarme de tiempo en las madrugadas para avanzar en "Metamorfosis" de Ovidio y tuve que descartar los "Escolios" de Gómez Dávila, así como una serie de proyectos alternos que involucran a Palahniuk, a Vallejo, a Bellatin. Decidí acceder a alumbrarme con el pequeño objeto del deseo que me habían traído como regalo de Cartagena, y así como desde el FB de Carolina me había enterado de semejante atributo al gratín, me enteré de que Rocca Editores había decidido apostarle al producto regalado para en esta ocasión bajo la égida del mercado venderlo y lanzarlo para la Feria del Libro de Bogotá. Y fue así como todo volvió a coincidir. Como cuando le toca a a uno asumir el propio destino, ya sin ninguna posibilidad de escape y así uno va tomando, sin darse cuenta el carácter para afrontarlo. Hay una frase del final del libro de Ovidio que dice "Abandona el miedo" cuando alguien, lo siento, no recuerdo nombres griegos, tiene que partir a una tierra lejana. Seguramente a fundar una nueva ciudad por orden de algún Dios desde un Sueño. Lo he contado, creo. Lo dije, es cierto. El día anterior al anuncio del Nobel, estaba en la librería de El Dorado y vi por primera vez el libro de López Poy, que de una lo digo, no me tramó, y lo acaricié. Estaba cerrado. Lo intuía. A comienzos de ese 2016, display until february 18, 2016, por un precio diría elevado pero nunca lo suficiente para lo que representaría, en esa misma librería, me había sacrificado -comida, bebida, salidas y sobre todo el "Devouring your prayers" en K7- al hacerme a esa Bob Dylan The Complete Album Guide de la Rollig Stone Special Collectors Edition que, válgame, significó el inicio, por fin, de ese repaso a ese libro de Global Rhythm + Alfaguara de las letras hasta el "Love and thief" y esa recopilación de los franceses de la explicación de todas y cada una de las canciones grabadas por Dylan hasta ese "Shadows in the night". Por supuesto, Dylan volvió todo inútil o desactualizado al publicar el "Fallen angels" para luego rematar todo y mandar a rehacerlo una vez más ante el "Triplicate", pero a eso va la historia. a que todo iba coincidiendo, ya cuando no se tenía ninguna clase de esperanza en que ese Señor fuese siquiera finalista al puto PN. Alguna vez le había leído a Fresán, o tal vez eso fue lo que quise entender de alguna lectura, que cada uno de nosotros tenemos a nuestro propio Dylan porque da para tanto que puede hacerse una bolita para cada cuerpo que es uno también, y así

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Lo que más me llama la atención del ensayo que Celnik escribe es que recomienda el Together Through Life, del 2009 y cuenta cómo le empezó a seguir el rastro al autor a partir del "Time out of mind" del 97. Confiesa, también, que pretendía indagar por el quién es Bob, y ante un fracaso inminente, decide virar el signo del destino y dedicarse a estudiarlo desde las sombras señaladas que va dejando tras de sí: Qués lo que todos nosotros hacemos de alguna u otra forma. Curiosamente, dentro de la selección musical, no hay ninguna canción que vaya más allá del 83, final de su período cristiano, excepto por "Things have changed" qués de 2000 y figuró para una peli. ¿Pero por qué no metió ninguna del Time o del Together? La explicación que va dando, Jacobo, de cada una de las canciones, la llamaría canónica, organizada y si bien vital y necesaria, hubiese querido que fuese más suelta, más adentro de la puerta, como tan respetuoso de la sombra misma, o tal vez demasiado respetuoso para con la magnífica obra que va contando desde su canciones. Y al revisar el libro editado, ¡me doy cuenta de que es el mismo que me trajeron de Cartagena, excepto que a cuarentamil pesos! ¿Pero cómo pretender caminar desde el suelo que pisó alguien que vuela con alas en sus zapatos?
Amén de ir a recibir un Puto Premio Nobel con un buso con capota y jean y sin nadie que lo vigile, como Elfriede que le tenía miedo a la gente y lo hizo desde su webcam

Cuando se anunció el Nobel, traté de seguir ciertas pistas muy valiosas que profundizaran en esa agonía que es buscar alcanzar algo que siempre va a estar más rápido que uno, como el Syllabus, qués la guía quél profesor Richard Thomas sigue en Harvard para su seminario sobre Dylan, o el listado de las treinta más interesantes canciones, antes del Nobel, según el The Telegraph, que van desde el sesentaydos hasta el dosmildoce; ya en cuanto termine de oír la lista de según Celnik, me pongo en las mismas, pero desde Londres

Lo último, de esta tierna parte del artículo, es que no voy a entender el por qué ese alegato contra la gente que habló, a deshoras, en contra del Premio, del Premiado más bien
Ayer incluso en la charla sobre los cuarenta años de !Qué viva la música! Sandro Romero anunció un debate sobre Dylan, para mañana lunes, sobre si Dylan se merece o no el Premio tal en el lanzamiento del libro de Jacobo, muy invitados, para que vayan y lo compren. Yo voy a llevar mi edición cartagenesa para que me lo firmen y le preguntaré a Celnik por el por qué no incluyó más canciones y solo esas

¡A quemarropa! Sus tres canciones favoritas de Dylan: Ups!

Knockin'; Under y Tryin'

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Edson escribió el quince de octubre "¿Y es que la canción no es también un género literario?". Para estas fechas ya se pueden conseguir tanto el libro de Ricks, como el absoluto centro nuclear de la rama escrita del Dylan de todos desde la editorial malpaso: las letras a ciento siete en la feria y a ciento veinte afuera; Crónicas pasaditos los sesenta y Tarántula a cincuentaypucho; éstas dos últimas en reediciones que ya Global Rhythm había editado en su momento, por allá a mediados de la década nada. Sobre la letras, ya lo dije en otro espacio, extrañaré las notas de Carrera y ese adefesio escrito por Manrique no merece ni siquiera el nombre de nada; ¡Pero tocaba, así como la edición correccional de Simon &Schuster!
Como no me interesa para nada agarrarme a peliar desde este espacio, tengo que decir como por una siguiente vez, que simpatizo con la esencia que me queda tras leer lo que escribe Carolina. Y su ensayo no es en esta ocasión la excepción. Y si bien para llegar a Dylan, para tener que explicarse lo que es Dylan, tiene que hacernos a sus lectores un apéndice de lo que fueron sus alumnos, ya que es muy raro ese asistir a una de sus clases sin pagar lo que indica que ella ya rompe esa fuente agria de la academia para traspasar el papel preciso de la pedagoga para salirse de sus casillas humanas y revelarse como una Maestra que, en mi imaginario, tendría que poner justo al lado de alguien como el Maestro Carlos Gaviria, ya fallecido, que en paz descanse
Álvaro Bisama redactó aquel informe desde El Paso en el que exponía que Dylan no se sienta, a sus setenta y cinco, en ningún momento de sus veinte canciones y que en los interregnos que le brinda el toke, danza
Ahora cuando uno lo ve luciendo esa sonrisa en los tres conciertos de Londres que acaban de pasar apenas dos de ellos, los críticos afirman que frente a su visita lánguida del 2015, Dylan acaba de cerrar una etapa y por eso luce espléndido
Particularmente, lo dije a su debido momento, me encantó la suavidad íntima y actual aunque madura de "I'm a fool to want you", así como se me dificulta destacar alguna canción de "Fallen angels" y sí quedar atrapado en esa red monstruosa que demandará ciertos meses de sabiduría licantrópica para saber en qué correcto lugar morder que implica esa trilogía compuesta por !'Til the sun goes down" + "Devil dolls" + "Comin' late home"
Esa sinuosidad, ese volvernos anfibios, ese tener que darnos un baño en ese pozo que nos vuelve otro ser, todo eso que canta Carolina en su ensayo a partir de una enseñanza que el profesor Mazzotta le transmitió en Yale en el 96 -Dylan estaba a punto de volverse el volcán que no ha dejado de estallar pasados esos dos álbumes acústicos que desafiaron valientemente la electricidad grunge del momento- a partir del texto de Vives que la deja knocked out loaded y que sirve de eje al camino misterioso para el que nunca nadie va a estar, en correspondencia, preparado, porque a ella le tocó ese texto y a cada quién le correspondió algún otro
Hay un momento del ensayo, sea la voz de Carolina o la voz de Vives, donde dicen los sobrecogió, por último, la facultad de la memoria, en virtud de la cual se repiten las palabras y se conoce y supera el tiempo Y debía decir que mi obsesión con el tiempo, con el paso del tiempo, con el tiempo que todo lo vence, como cantan los griegos, más que un miedo a la memoria o a perderme o a esas pestilentes rimbombancias raquíticas, me llevaban era a apostarle a la gente que es capaz de romper esas deudas generacionales, esas cáscaras de huevo que los hacen apretadamente dignos únicamente para sus pares generacionales o como diría el pintor ese del cabello plateado, famosos durante un vídio y ya, chao, Chai, que dicen ahora los muchachos
El tiempo, ese experimento que le falló a los dioses, a mi humilde modo de ver es, para resumirlo en ese título de Inquisition, un oscuro verso dentro de un multiverso; antaño, jugaba a ese Agujero Negro, cuando se decía que era lo contrario a lo que ahora solemos habitar: un único espacio pero la facilidad de saltar en tiempos; y así, al poner el random la discografía total de una banda o un espacio, podría sentir el paso de los tiempos que he estado viviendo, que se han vivido en el mundo actual. Mendoza lo dice mejor, pero así es, lo dejo ahí... toca ller a Mario Mendoza las veces que sea necesario

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La lista Celnik es lineal, sublime, incompleta según mis dudas, valiente y extremadamente íntima
La lista The Telegraph es incongruente, inconclusa, relativamente exitosa, pírrica, entrometida, zángana y adhesiva

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Volviendo a Carolina, me pongo a pensar en cuál máscara será la que me gusta ahoritica de Dylan. Y me da risa, osea, me da muchísima risa que siempre aparece una foto del joven Dylan, como que es malo ser viejo, eso lo dicen en una peli de otro músico, es un golpe tenaz para la gente de ahora que se cuida tanto y tiene tanto pavor a envejecer y a achicharrarse como una Síbila. Y esa máscara que persigo ahora tiene que ver con esa manera en que Sam Jones lo retrata en París, en el 2009, o Ken Regan, en esa gira de 2001, o Niels Meilvang en Dinamarca en 2012, o las de Kevin Mazur en el 2001, justo antes de que todo el mundo océano cambiará, o las de Danny Clinch grabando algo por allá en 2009, o esas ya más de ésta década de John Shearer o las de Albert Watson
Tal vez lo mejor de Dylan es que me hace sentir confortable con envejecer y seguir haciendo aquello que hace
Y ya como para poner fin a este sistema de entrada tan largo, no solo el repaso que Alessandro Carrera hace a los lugares puntuales desde donde se alimentó para pulir sus notas de cada una de las canciones, sino la bibliografía digital del profesor Thomas para aumentar el caudal de enigmas que ese auotr nos pone al pie del cañon para tirarnos de una vez y por todas como también lo invita a hacer Lou Reed en ese "magic and loss" del noventaydos

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