sábado, 29 de julio de 2017

WE'RE TRYING TO REMIND OURSELVES THAT THE DEMONS WHO TOOK YOU AWAY FROM US WERE ALWAYS PART OF THE DEAL

LA BALADA DEL PAJARILLO

Alfaguara. Bogotá. 2001. 517 pp

(f.

NOVELAS DEL PODER Y DE LA INFAMIA

Alfaguara. Bogotá. 2006. 545 pp)

(Maestro Don) Germán Espinosa

No me había sentido muy cómodo leyendo "Novelas bogotanas". Me gustó mucho sentar cabeza en cuanto al primer mapa que logro hacer aproximándome a semejante enjambre de confidencia cultural. Un megalito de complacencia. Un ardor, así mismo. ¿Por qué tantas coincidencias venturosas en ciertos detalles? ¿Por qué una novela sobre Simón Bolívar muy queda en torno al 89? Me hace dar calor la prosa de "Los cortejos del diablo". Leer sobre brujerismo desde los nichos o las cuentas o el TL oficial es venturoso. No. No caí en cuenta de que adelantar dicha trilogía coincidía con la malquerencia de Nicolás Maduro y su tórrida constituyente, ¿para qué?, en Venezuela justo este fin de semana. Mi humilde guía para entender lo que sucede desde el país vecino: https://www.instagram.com/miss.morenita Más allá, mucho muy más allá de cualquier estamento social, político, de marcada ideología, juicio y esperanza. También pensé al empezar a saber de tantos árboles tumbados, a causa de la administración Peñalosa, que en eso Shakespeare tenía tantísima razón, me interesaba más por aquello que afectaba a la gente, sin interesar pensamientos, políticos, causas, marcaciones, razas, etcétera. Me parecía triste, en eso tal vez GGM tenía razón, ¡Déjenos hacer nuestra Edad Media! que todavía haiga gente adepta a lo que llamamos Izquierda, Derecha, oigan, apreciadas lectoras, ¿han oído ese tema de Encoffination llamado "Cemetery of Earth"? Hay una parte muy interesante, atrás, en el libro que dice, "Señalar los peligrosos abismos a los cuales puede conducir el dogmatismo y el irrespeto por las creencias ajenas y la infelicidad que todo ello trae aparejado para una humanidad a menudo inerme y hundida en el desconcierto y la desesperanza". Hasta ahí lo que pude leer de las casi seiscientas páginas de obras tan musculosas, me llamaba muchísimo la atención "El magnicidio". Suelo burlarme mucho de la izquierda. Pero a la vez, son a los que más maltratan aquí en Colombia. Incapaces de dar pie con bola en algo que impulse a vuestra tendencia. Ningún candidato prepresidencial sobrepasa del 25% de intención de voto. Mi voto en blanco irá a la persona que más tienda a cuidar la naturaleza. Y más que regresar, no salgo de aquella voz de Ritual Object "Matemos a los humanos para salvar a los bosques". ¿Mil millones de personas en Nigeria antes de 2100? Raza Pvta. ¿Pero de qué tamaño tiene que ser la maldición para exterminar a gente de verdad? Traigo de memoria aquella propaganda de Fudge Tunnel, de los noventas, "Mata a alguien y eres un asesino; mata a cien y eres un genocida; mata a un millón y eres un conquistador; mata a todo el mundo y sós Dios". Necesitaríamos un Dios sin ego que no desee alabanzas. ¿Pero cómo? Esa técnica de comunicación allende el océano. Ver desde el cuenquito del agua. ¿Cómo pactar con Dios para que fallezca toda la gente, vuelvo a intentarlo, que vea la saga Champions League en esta temporada 2017/2018? Desocupar un poquitín el Planeta. Lo que fue nuestro. Tontos irresponsables que no supimos cuantificar lo bello. ¿Alguien que me cuente "El magnicidio" pero sin aburrirme? Sería inútil. Lo sospecho. La naturaleza humana es insistir en seguir a alguien. El dejo maniqueísta del anarquismo no soporta a los espíritus lentos, que son casi todos. Sagaces. Emplumados. Viles. Con papá y mamá. O Padres o madres. O con trabajos. O con parejas. Y sin amantes. Repito. Es mi primer encuentro con el Maestro Espinosa. Tardé diez años, más o menos, en acceder por primera vez al "Ulises" y llevo casi diecisiete temporadas leyéndolo y ni me lo sé de memoria y en ciertas partes tiendo a perderme, pero sigo gozándolo al pie de la letra, al borde de la ventana, la luz cada vez más fuerte para poder leer letra pequeña. Con lupa. Sospecho que si uno no bebe whisky no está hecho para entrar a la obra mayor del Maestro. ¿Estados Unidos invadirá a Venezuela mañana mismo día de elecciones? ¡Pero qué candidato podrá valerse por sí mismo en esta patria sobreabundante en heridas desde cualquier flanco!

En cambio, jaja... creo que de haber vivido más tiempo el Maestro, una trilogía que contuviera "Pajarillo" + "Sombras" + "Aitana"... porque qué cosa tan maravillosa... ¿cuánto licor pueden haber ingerido en esas páginas? Es que cuenta lo que es nuestra realidad. No digo que leer sobre el analfabetismo de la  inquisición  no enseñe, no otorgue relaciones para defenderse en este antojado de suicidio XXI. Siempre habrá algo de qué aferrarse. Pero es que. Osea. Es una historia que se lee absorto. Ese descenso. Ese pataleo desde la concisión desoptimista que cae como burbuja al mar cuando cree probar las sales hieles de lo que las personas llaman Amorsh, esa vil güevonada, esa tacita de un tinto demasiado aguado, con muchísimo dulce cuando no panela sin preguntar, y frío el hijueputa, afeitado o sin afeitar, lo que ustedes decidan, una vez el Maestro decía ese final de la "Commedia" y, jaja, a quién putas en el magno universo le importará el que usted esté tragado de su pareja? Debería acceder a más filas para pactar con Dios, el vuestro, la que no existe, la olvidada, el cráneo roto dejado en la pudrición inmarcesible de la eternidad sin más allá. El velo, Sellado. La nada. Ese fue el error. Del protagonista, quiero decir. No calcular que. El manuscrito de 1990. Décadas más tarde. Esa poeta adelantada a su tiempo. Culiar y chao. Bobo. Lámame despacito. pero acuérdese que yo tengo novio. ¿Qué pregunta dice usted al finalizar de fornicar con su pareja? "¿A qué horas llega su esposa?" Y ese desenredo. Ese magma de los bajos fondos. ¿A quién no le recuerda a Mendoza así? Tanto cuchillo, música de ventrolera. Niña mulata o zamba lampiña o de culo grande. Qué culiadera tan hijueputa en esas novelas del Maestro. Da risa. No anoté nada. No quería interrumpir la lectura. ¿Cómo podría ser? Esas técnicas de vicio. La otra sería esa suerte de relación transtópica. La última, el cierre, esa luz sideral de lo que se imaginan es un amor eterno. Pero en el fondo, esas relaciones, siempre hay alguien que vigila. ¿Por qué si es tan divertido el escritor por qué no llegó a romper la polución del sí mismo? Toca leer muchísimo para hablar con alguien. Eso lo decía Garzón. Toca leer de todo para meterse en charlas de altura intelectuales. Pero a la mierda la compañía. ¿Por qué si no me gusta hablar por qué disfruto tanto con esas novelas de habladera del Maestro? ¿De debate? ¿De hombría? Jaja. Es que yo sé más que usted. Jaja. Tan imbéciles. Pero toca. Mano. Aprender. Y desconfiar. Ese man lo dijo. Es desoptimista. Y vea. Cocainómano. Harapiento. Pobre. Y esas hijueputas burlas a cualquier asomo de ¡ojo! creador o poeta.... El Maestro también me enseñó que si usted quiere considerarse escritor, use traje completo. Amén del whisky. Y esa comida. Jaja. Más Mendoza por doquier. Jueputa. ¿Cómo diablos como veggie marico puedo osar entrar a ller al Maestro que acribilla a cuanta criatura sirva para alimentar finalmente el azúcar que engulle el cerebro? ¿Puede un veggie marico dar pie con bola en cuanto a lo escritural? Y lo de la música, belísimo... y lo del arte... bueno, ya no entiendo el arte... lo dice en el Magnicidio, realmente vale la pena crear algo en momentos de ruindad y final completo absoluto?

En conclusión: Lean al puto maestro Espinosa. Si son perezosos como io. Lean esa parte final de su sagaz línea compositiva: "La balada del pajarillo", posiblemente la novela en la que más de culea escrita en Colombia en la primera década del XXI. Lean "Cuando besan las sombras" y lean "Aitana"

Cumplí 48 años en esta semana y no sé seguramente pasados los 52 regresaré a retomar la voz del Maestro en aquellas obras que me pudieron

De momento, oyendo el impactante "In death" de Svartsyn

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