LAGVNA
Álvaro Bisama
Alfaguara. Santiago. Julio de 2018. 119 pp
Tal vez tarde, pero uno empieza a descubrir esa morbosa melancolía que va contando Bisama en su obra, en ésta ocasión tan leve, como lo dice el mismo protagonista, teniendo que transcribir mediante murmullos casi en erupción, tan exactos, como lo que merece la pena ser contado; ahora que lo pienso, hermanado con El brujo, aunque, valga el estado anímico de las cosas, la dictadura no es lo mismo que el corpúsculo de narcos, esa pústula, y la directriz principal, las doce horas en aproximación, algo tan pendejo, como el encontrarse con un amigo, tantas historias así aquí en Colombia, estaba en el lugar equivocado, hasta dar con ese amanecer de huida y confusión y redundancia en su desaparición, porque es a partir, me pareció así, del culeo con la mujer en ese baño en la fiesta que todo se vuelca a esa ferocidad lisérgica a la que Álvaro nos acostumbró ya y que como que deja la realidad de manera tan raquítica, no refundándola, no contándola, sino exponiéndola, como si su narradura fuera una clase de ser que presencia el mundo desde otra esencia en sus sentidos y no entiende de órganos sencillos o primitivos como los nuestros, embelleciéndola, alterándola, hipersensibilidad, muy destacado y esa poesía, así, tan suelta o ritual, intervenida, ¿natural?
la luz es un murmullo
recuerdo
nunca he regresado
nada es igual
no quiero saberlo
dentro del ruido
la distancia fría, brillante como ese recuerdo difícil de extraer, del que habla todo el libro, casi como cuando se huye para salir, no de sí, pero sí de ello, silencio abstracto, luz fluctuante puesta como secreción, el efecto de la hierba para sentir la historia, los fantasmas contaminados, la desaparición de la luz,
hicieron sus nidos sobre agujeros negros
comieron los restos de los dioses que caían del cielo
su nombre erael nombre de su amante
la comunicación es por el olor
escribir como sin destino, the element of unpredictability was important to me, ver no de frente sino lo que uno tiene en la espalda, sentir el susurro, Luis XVI en Chile, ese futuro nómada y en el borde de una sensación de vida, convertirse en olvido, sin destacar, sin buscar la razón, sin siquiera convencer a alguien, ahora que los tiempos se ponen duros no queda más sino volverse guerrerx
el futuro es negro
el futuro es crimen
el futuro es asesinato
el futuro es la huida
y después el futuro será borrado para ser su otro presente
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