sábado, 30 de septiembre de 2023

Death metal meets its future self. When almost everything has been said and done, contamination becomes the only escape, as new ways to interpret and reinvent the wheel must be found to keep setting the mind free and the genre moving forward, including creating clever and transformative crossover syncretisms with other styles and genres than can open the eye of terror along with new gateways to a higher dimension of chaos. And this is how Brazil's mysterious experimental death metal deconstructors Antimonument have approached their cryptic and bludgeoning craft: infusing it with all kinds of foreign (but adjacent) audial excoriations, including industrial noise, hardcore punk, cryptic no-wave and scathing power electronics, to render their experimental dark extreme metal a futuristic and multidimensional sonic warhead. Imagine a mix of Blasphemy, Carcass, Incantation, Khanate, Swans, Crucifix, Void, Godflesh and Controlled Bleeding, and you will be closer, yet still not completely within, the mutated experimental realm of devastation conceived by the Brazilian cult. And it doesn't end there. As an art studio/collective creating audio-visual experiences encompassing sound, visuals and video, Antimonument is more than just as a band, rather an explorative sensorial weapon of self determination. In this sense the Brazilian collective can be seen as an extreme metal counter-shade to the flourishing Brazilian experimental underground vanguard that in recent years has nurtured defiant bands like Test, Papangu, Deaf Kids etc. who've turned grindcore and hardcore inside out. It was only a matter of time before grim and abysmal black/death metal would receive the same treatment and be syphoned through one of the most exciting and fearless experimental micro-scenes that exists today, and Antimonument are the vessel which got us there.

 AKELARRE

Mario Mendoza

Planeta. Bogotá. Abril de 2019. 413 pp

Y el individuo se libera al dar a ver lo que él ve,

dando lo que se le da

María Zambrano

 Empezaba a releer la saga Frank Molina como la nombran ahora a raíz de la película y repasaba las anotaciones de Diario y de Akelarre dictadas a este mismo blog en su -aquel- presente de 2018 y 2019 y sentía que mal que bien ya había dicho aquello que tenía que arriesgarme a decir con una correspondencia demasiado imbuida de un presente caníbal esperanzado en la emoción contaminante de estar leyendo un -otro el siguiente- libro de Mario a quien actualmente -2023- llaman Maestro y anoche veía una peli dirigida por G Singer llamada Reptile y al final combaten a los malos y una sola persona es la que no han comprado y la que desmantela la organización de policías corruptos 

Al final de Los iniciados (dirigida por J Orozco) cogen al político maldadoso y era la trampa donde el mismo Mario se metía en vericuetos hará la década ya porque en un país malsano como Colombia la justicia no existía no llegaba no se notaba y todos los buenos mueren si es que hay alguien a quien poder llamar así 

¿Hay alguien a quién poder llamar bueno?

¿Existe la bondad en el mundo humano?

Hay una pregunta en Diario cuando la hacen de donde estaba entonces dios cuando lo del holocausto nazi y al decir que el Holocausto en el siglo XXI será ambiental la pregunta es ¿estará dios ahí para qué? ¿dios escucha? ¿dios atiende? ¿dios responde? ¿dios entiende?

Es como cuando María Zambrano dice que los dioses griegos que son los más humanos de todos los dioses apenas sabían de la existencia de las personas porque embolatados como estaban en sus propios asuntos de dioses

Quizás la muerte es lo único que interesa a Dios para alimentarse y tener esa graciosa distante pero discreta relación versus les humanes

Del artículo "Este 'clima loco' es, apenas, un primer síntoma de lo que viene" firmado por E Caicedo copio: "lo cierto es que lo que estamos viendo, apuntan expertos, son los primeros síntomas de la emergencia climática que hoy nos afecta debido al llamado calentamiento global"

Después se sabía que Mario enfermó al terminar Akelarre o al estar escribiéndola o al estar enfrentándola lo cierto es que es una novela que cierra ese ciclo que él ya ha caminado al comparar el esquema con Satanás al hacer cierres buscados a propósito en Apocalipsis y aquí no hay salvación ni redención ni perdón ni triunfo excepto la venganza y al final toda persona protagonista queda encerrada o ida o muerta o loca o perdida para siempre 

¿Es así de berraco escribir que enferma a la gente según el tema así sea Mendoza el autor que es como cuando el Repentless (Nuclear Blast, 2015) que se sentía que la maldad del mundo iba mucho más allá que la del mismo grupo?

"ya hay unos 'puntos de no retorno climático' que nos llevarán, inevitablemente, a vivir fenómenos naturales extremos para los que no estamos preparados"

¿Qué diferencia hay contra unos No estamos acostumbrados a algo como esto + lo que esta vez se avecina es superior a nosotros + esto es superior a toda comprensión humana (..) estamos enfrentando a fuerzas que provienen del infierno?

Esa orfandad tan grande que hizo que la especie humana se inventara dioses para acompañarse porque nunca pudo entender otra clase de lenguajes en su modo perpetuo e irónico de superioridad por sobre las demás especies 

Osea que casi el aullido que se oye en Satanás de la posesión diabólica que aquí en Akelarre se multimultiplica es en sí el sonido de la naturaleza avisando lo que se viene

¿Usted oyó a la luna chillar anoche la superluna de inicio de los últimos tres meses del 2023?

Entonces me parece ridícula la escena en la que hay un triunfo de la justicia porque todo eso simbólico humano no va a servir para nada cuando el planeta empiece a agitarse para hallar un siguiente acomodo gústele a quien le guste y sobreviva la mejor adaptación para poder seguir con el delirio endémico de mantener la vida puesta por encima como las luces que apenas van abriendo el camino que ahora vuelve a ponerse en ceros y ahí comience todo de nuevo

Leer al Maestro Mendoza en clave radical de sobrevivencia y angustia ecológica como última desazón humana que no entiende el contexto abierto o plural o natural o que no sea humano únicamente y buscar hallar un eco de salvamento pero sin cobijo posible

Osea que esa era la advertencia y la locura de nuestro tiempo

Osea la maldad que se supone nos ataca en nuestro destino no es más que la sombra misma nuestra en un espejo que no logramos discernir por más peso cerebral que hayamos aumentado osea que sí somos nosotros nuestros propios enemigos osea que sí estamos solos en el universo osea que sí ya estamos muy adentro de nuestra propia destrucción osea que la traducción es solamente cambiar a modo maldad a humano y todo queda explicitado en esta literatura que no es que se haya adelantado al porvenir sino que secreta y escuetamente hurgaba en una distopia racional de profunda oscuridad sin percatarse de que la vieja herida supuraba sangrando y derramaba el destino de esa especie a la que nos llevó a representar en un paralelo antro teatral nuestro propio destino ... ¿ahogándonos? ¿quemándonos? 

Y si Kafka advertía el horror insano en que se posibilitaría la vida al opacarse la saga de quema de cuerpos judíos juntos es el personaje Frank Molina el nuevo sacrificado como anuncio de ser siempre alguien asesinado por la comunidad que busca salvar al advertir se oh Jesús para dejar la consigna de que nunca un ser humano logro detener la brutal devastación ni siquiera cuando se administraba desde un perfil serio que nada bueno iría a ocurrir de nuevo debajo de la luz del sol 

Desde la canción Retrograde del álbum Gigaton (Monkeywrench, 2020) desde la página de Genius se lee: Instead of our planet moving forward through better human conditions, rising societies, sustainable technology, we move backwards. Back in time when things were worse, que ha sido lo que Mario viene avisando desde un poco más o menos Buda blues -año de publicación en 2009-

Ay la bendición de ser lector 

No nos bastará únicamente con resistir

Frank es el Jesús del XXI