HISTORIAS DEL BUENOS AIRES HARDCORE
Julián Vadala
Tiempo de cambio Ediciones. Buenos Aires. Marzo de 2009. 176 pp.
“no recuerda
nada
y no ha olvidado
nada
es un amnésico
que se acuerda de
todo
vegeta en el
presente
vive en el
pasado
y está en el
futuro”
Bag Bag Intemporal
-Nicolás Suescún-
PEQUEÑOS VESTIGIOS DE UNA LENTA INTRODUCCIÓN
La cita decía que no era el dinero el que terminaría representando a una Cultura, sino el hatajo de diferentes manifestaciones culturales, esas expresiones -¿explosiones?- que manan del ser humano de una forma tan misteriosa como natural, tan líquida como roja, tan profana como infinita.
Truman Capote se paseaba por Grecia, y veía, desde ese arrinconado silencio soleado las ruinas de la cuna generacional de occidente.
Ese eco del pasado que no tardará en convertirse en amplio futuro.
Pero para que ello tenga lugar, faltarán algunas cuantas generaciones.
Y ya que lo hemos repetido en más de una ocasión, no sobra y aquí va: Lo que se hace hoy en día no nos corresponderá a nosotros –desde el protagonismo invisible- considerarlo o redactarlo o explicarlo.
La acción que convierte todo lo Real –léase Cultural- en Manifestación de una era es un proceso largo y dispendioso, que gasta vidas enteras, a veces las mentes más brillantes de una generación.
Y del polvo, ¿finalmente quedará algo?
ESE PEQUEÑO INFIERNO TAN TEMIDO
DIY. De, I, Ye. Las tres letras más hermosas jamás juntadas por ser alguno.
El fenómeno natural que lo condensa todo: Isla, Oasis, Playa, Cañón, Páramo, Acantilado.
Porque desde ese centro, quieto hasta hace poco menos de un segundo antes del estallido de la necesidad, ritual homenaje al Único Big Bang, todo sale, surge, fluye; como lava que corre con la calma sedienta de llegar a un lugar para morir –destino al fin y al cabo- en paz.
Es el destino de la Autogestión: procrearse, parirse, alimentarse, descubrirse, desarrollarse, soñarse, reinventarse, catapultarse, microcirujarse, revolverse, transformarse, sobrevivirse, incluirse….Porque nadie más lo hará por ellos desde ese extraño (no) Centro que todo lo convierte en Único. Fantasmas del presente, en un laberinto temporal, atraviesan las puertas que para otros sí existen, y en el más completo silencio descargan su colaboración para la causa secular, para luego retirarse del recinto sin que nadie de cuenta de ellos.
Lo hecho, dicho está.
ALGUNAS RAZONES FUGACES PARA LA TRISTEZA DEL RECUERDO
Ser un Humano es una de las más extrañas experiencias que se puedan experimentar.
Ese espacio que se explora constantemente que traspasa los límites corporales. Eso que los científicos llaman Los Sentidos, que no es más que Hechicería Divina. La sonrisa. El palpitar del corazón. La Noche o Los Sueños. La Locomoción. La psicomotricidad. ¡El Recuerdo!
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?
¿Qué se siente cuando la sangre llega por primera vez a un sector inédito del cerebro y es capaz de despertar una sensación vivida previamente de manera automática?
¿Se recuerda un salto desde la tarima a la cabeza de los presentes en un concierto de Hardcore?
¿El roce de una cuerda de bajo justo cuando empieza a fluir la adrenalina?
¿La gota de sudor que comparte el mismo carril hacia el suelo?
¿Qué ve un músico extremo cuando la fuerza de la música/mensaje le obliga al cierre de los ojos?
¿A qué sabe el no triunfo?
¿El –literal- copiar i pegar para llegar hasta un Fanzine?
¿La catarsis?
¿La furia?
¿El despertar?
Parte del encanto Humano está en no saber para qué las cosas, La Vida, por ejemplo, El Destino. El Transcurrir que finalmente es lo que se ha de contar a los nietos, o en su defecto, al vecino de silla del asilo, a la acompañante de turno, al paisano que tiene la suerte de caminar justo al lado nuestro por X ó Y razón. O a la página en blanco, para joder en forma diferida, más sutil, indirecta.
Hay capítulos que es mejor no guardar más.
Hay misiones que se comenzaron a gestar apenas el mensajero escuchó las tonadas adecuadas.
O cuando el Hardcore mueve el punto de encaje para asumir la postura que pondrá, finalmente, una parte de lo ocurrido en la mesa de disección de la mirada lectora.
HARDCORE: NADANDO A CONTRA CORRIENTE PARA ALCANZAR UNA ORILLA UTÓPICA
A veces no hago más que pretender hallar el punto exacto en que el Hardcore nació.
He llegado a la Edad de las Cruzadas, pero sospecho que el germen ha de estar más adentro del bosque de la historia.
El rito de la iniciación de la Verdad HC es un enigma, incluso para algunos de sus practicantes.
Después, no queda más que esperar a que capa tras capa de piel se acumule y cada cambio llegue en su justo momento.
El sonido de la furia, a diferencia del propuesto por Faulkner, mantiene un significado que, generación tras generación de melancólicos sujetos, pretende llegar a la misma orilla, para después huir en desbandada o atreverse –el post, el truemo, el beyond- a ir más allá, musicalmente hablando, con un resultado que culmina siempre con la mistérica respuesta de saberse ubicado en el puesto correspondiente que algo/alguien le había susurrado al oído.
A veces, para llegar a la respuesta, es mejor dejar pasar la vida entera.
“¿Y CUANDO TERMINE TODO?”
Ahí estaremos presentes. Tomados de la mano, virtualmente hablando. Conectados por una frágil aura que se niega a desaparecer. Defendiendo el propio derecho a ser recibido por manos, cabezas o espaldas disfrazadas de piscina. Intentando llegar hasta la cima de la tarima para tomar un mic por asalto y corear hasta sangrar las papilas del gusto. Atentos al siguiente embate o tema. A la próxima banda y su decir. A la sombra que se cierne sobre los que menos sostienen la esperanza –a veces no dejan de tener razón- para saberla evitar. Porque no deja de ser contradictorio que dicho género, tan peligroso por mirar de frente a la realidad, ofrezca, finalmente, más dádivas de aliento que de ofuscación. Y la semilla, ya germinada, marque los pasos ya recorridos para retornar a un inicio a beber de la fuente que lo dio a nacer todo.
-¿Qué es Hardcore, Abuelo?
-Perseguir la fugacidad de los crepúsculos, mijo…
Dedicado a (Don) León de Greiff, con todo el cariño que siempre le tendré, Maestro DJ ó JDedge…♥♥♥
1 comentario:
Publicado originalmente en "El Cotidiano", en la columna "Lector Ritual"
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