Se levantan los muertos el 9 de abril
Laguna Libros. Bogotá. Octubre de 2010
No han recogido a la víctima y ya se hacen chistes sobre el suceso. Necesitados a acostumbrarnos a la agonía diaria de una violencia egoísta, aparentemente sin sentido y con un andamiaje escénico que sirve hasta para estudios de teatro, vemos una Historia que nos sucede apenas balbuceándola porque nos sobrepasa y nos doblega. Porque nada ni nadie pudo nunca jamás prepararnos para ella.
Una vez, de pie en una esquina, portando un traje que no era el mío, una señora que acababa de leer lo que decía mi disfraz por detrás dijo: "La Nación se acabó el día en que mataron a Gaitán".
Una de las trece heridas -y contando- que mantiene la adicción del misterio sobre la capital de ese pueblo llamado Colombia, ay mi tierrita, ay la cuna de mis dolores, ay mi supuración perpetua.
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Laguna Libros aprovecha su condición como residente de un conocido edificio central para despejar una duda que calla, y que por eso mismo, ha provocado la bobadita de 80 libros -pueden duplicarse perfectamente si me sostengo en mi error- sin contar la suma de estudios y teorías proyectadas al centro de una ignorancia que es mejor seguir sosteniendo en lo manifiesto.
Desde un arreglo provocado por la humedad, y al remover unas tablas podridas, descubrieron el paquete que contenía los cinco periódicos fechados el 10 de abril de 1948 y que contaban, más allá del asesinato del líder liberal, como la ciudad había sido tomada por muertos vivientes que en su afán de destruir todo lo que sostuviera el aroma a humano, arrasó hasta con la muchedumbre que se había volcado a las calles a pedir justicia.
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"(..) entonces el Muerto Viviente es la representación más clara de la imposibilidad del ser humano de domesticar sus instintos más bajos y perseverar como un ser racional (..) Tras el colapso de la civilización (por razones que en ocasiones desafían la credulidad) y el descenso a la carnicería primordial (..) : el zombie es una proyección del ser humano desprovista de alma, un depredador que lo consume todo sin piedad y sin malicia, contra el que no se puede razonar, que no puede ser aplacado por la compasión o la razón. (..)"
Ficciorama -Lecturas para desastres públicos y privados- Vol 2 n 8 Octubre de 2010
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Del dolor de Jornada al esclarecimiento de la exculpación a Roa Sierra por El Siglo, la severa distorsión vuelta metáfora cae de pie al abrazar una costumbre que sigue tan viva y tan potente en esa vigencia histórica genética que tanto nos identifica: ocultar, mentir, aprovechar, caerle al caído.
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Conservando la estructura de lo que alguna vez conocimos primeras páginas de un periódico impreso, entre el asombro, la duda y la verdad, este proyecto sólo hace iniciar el conteo para salir en pos de una meta -parcial por supuesto- llamada "El crimen del siglo" o "El día del odio", o recordar esas terribles primeras páginas de "Estaba la pájara pinta sentada en el verde limón".
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Aparentemente los gringos saben la verdad, pero callan. O creen saberla y mueren olvidando decirla.
Seguramente para ellos hay cosas más trascendentales.
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Ante la ausencia de material histórico en casa, fue con este proyecto que expliqué nuestra Historia a un par de residentas francesas que pasaron navidades en casa, conociendo y haciendo escala a propósito en nuestra ciudad.
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