sábado, 18 de junio de 2011

"Didn't We Deserve a Look at You the Way You Really Are"

DESASOSIEGOS MENORES

Andrés Mauricio Muñoz

Universidad Industrial de Santander. Bucaramanga. Febrero de 2011. 127 pp

Bien. Buenos días. Gracias por haber venido hoy a esta sorpresiva reseña. Agradezco sinceramente que algunas personas se hayan tomado el trabajo de cruzar esta ciudad para alejarse de los terribles problemas que los agobian en sus respectivas casas, y aunque huir o escapar o reemplazar a la familia es sencillamente imposible, ojalá los diez o doce minutos que pasaremos en esta sala les sirvan para deconstruir sus mentes malsanas.

Como suele suceder y atendiendo a los requerimientos contractuales del lugar alquilado para tal fin, advierto que posiblemente emplearemos la excusa del libro ganador del sexto concurso nacional de cuento UIS, aunque nos endilguemos la ferviente tarea de no mencionar palabra alguna referida al título en cuestión. Sentamos el precedente ante notariado y registro de que sí lo leímos. Así que si tienen alguna pregunta, les pido respetuosamente de que la sostengan hasta el final y una vez finalizada la reseña, pasaremos a responder de la mejor manera posible.

Creer hoy en día en que la literatura sirve para algo no deja de ser ese chiste macabro de los dos fetos que se encuentran en el mismo tarro de basura.
Escribir, como traer más hijos al mundo debería ser constitucionalmente prohibido.

Hace poco el nunca joven Juan Gabriel Vásquez ganaba el prestigioso premio Alfaguara con su obra "El ruido de las cosas al caer", novela que versa sobre la plaga del narcotráfico -aunque todos estamos involucrados con el tráfico de drogas de una u otra forma- y algunos efectos sobre la microscópica sociedad (del espectáculo) colombiana. Como suele suceder, el declarado enemigo número uno de las confesiones por medio de redes sociales, "se confiesa" -me habría gustado decir la dichosa frase en francés para que me sonara más bonita y acorde a mis planes, pero ni sé traducir al francés, ni sé francés, ni tengo a mano google traductor y si la tuviera, no sabría cómo diablos pronunciarla- en sus simbióticas columnas de prensa, soltando la placenta acumulada tras esos embarazos de trabajo y sostenimiento artesanal, brindando a sus seguidores uno que otro detalle de su intimidad. "Dar sentido al dolor y a la pérdida, o permitirnos comprenderla de mejor manera: eso es lo que hace la buena literatura", dice en una recomendación que hace sobre una novela (sic) del bogotano Correa Ulloa.
Quiero, por favor, que recuerden esa frase. Es posible que la empleemos más adelante.

"Elkin Obregón, escritor secreto", dice Faciolince desde su twitter, refiriéndose a su gran amigo, el autor de "Papeles seniles". Faciolince, que recomienda a los escritores en una de sus primeras clases formarse el carácter adecuado para saber recibir los embates a los que estarán expuestos, ofrece una excelente columna, precavida eso sí, como todo lo suyo, desde el fantasmal blog de un diario de circulación nacional: (Para evitar gastar tanto papel y la poca plata que tengo en fotocopias, las expongo desde mi celular como una diapositiva para que arruguen la vista y sepan que yo no miento).

Aunque dije que atendía las preguntas al final de la reseña, hay un señor que pregunta la relación entre los escritores que se exponen y los ocultos. Mantendré mi promesa de silencio, y daremos apertura a la exclusa a su debido tiempo.

Sigo:

Arcadia, esa revistica, celebrada pro dar a conocer el siguiente premio nobel según la baraja que brinda desde cada una de sus portadas, sorprende con un editorial que da más miedo por la risa que brinda que algún tipo de cuestionamiento al respecto. ¿"Espacio para la experiencia oscura"? ¿"La vocación del abismo"? ¿"Una rebelión genuina ante las falsas libertades del capitalismo"? ¡Qué lejos el fantasma del caos! ¡Qué lejos el fantasma de la angustia! Hoy transmitimos desde Australia, mañana -todo pago- desde cualquier lugar del mundo. Y todos tan felices, y todos con el horario suficiente para darse unas vuelticas por el parque, tener amante, hij@s y esposa y todos tan felices en la foto del perfil, y ese retintín que tanta burla y cero eco hicimos hará cinco o seis años y nos tildaron de envidiosos, rencorosos, malos escritores, pesimistas, afanados, malaleches y demás ofensas menores que -lo confieso- me preocuparon hasta que supe olvidarme de ellas.

¿Y no los había leído a todos? ¿Y no hay aquí testigos de primera línea de que he sabido recomendar ciertos títulos de supuestos enemigos? ¿Y creyeron que yo hablaba en serio? ¿Alguna vez he sabido dar la cara? ¿Es que tengo cara detrás de esta barba falsa que todo me cubre?

¡Ay, Héctor! ¡Definitivamente hay hombres capaces de todo, paisas, y el resto que somos los menos!

Antes de ensuciarme, antes de tener que decir lo que vengo a decir aquí, antes de que mi voz empiece a entrecortarse más de lo que mi propia voz es capaz de dar, y antes de que vuelva a sumergirme por los vericuetos de una escena malformada y underground que nunca nada me va a brindar u ofrecer, aclaro que la literatura más que un ordenamiento para comprender la realidad, más que una forma acertiva de apropiarse del terrible desorden desolador que nos corresponde vivir como seres humanos, la literatura para mí es una clase de papel partitura que se emplea de mil formas diferentes y, dando la cara, mintiendo, algo confundido o emproblemao, es el último eslabón de la cadena confesional de cuando se está verdaderamente solo y vuelto mierda al ser un vil marica incapaz de dar la cara y gritar como les gusta a los hijueputas paisas aquí estoy, a sus órdenes.

¿Pero de qué tenía que hablar cuando me dijeron que a lo mejor lo adecuado era hacer una pequeña introducción?

Ahora recuerdo a Johann Rodríguez-Bravo, que supo morir a la temprana edad de 26 años y dejar parte de su obra inédita, y la otra publicada bajo misteriosas maneras.
A Johann que lo veía todas las mañanas en una cafetería del centro de Bogotá junto al Maestro Espinosa -otro costeño que prefirió ocultarse antes de pasar vergüenzas que nunca nadie le solicitó-, y el payanés tenía esa aura que tienen las poquísimas personas que me caen bien por razones que nunca entenderé muy bien.
A Johann, que alguna vez, en un certero homenaje a Moreno-Durán -¡Por Dios! Ese man sin el puto cáncer nos vuelve mierda a todos nosotros, nos culea con su verga de trece centímetros como si fuésemos empalados por un jodido negro de 32 longitudes, y luego simplemente se ríe, hace un chiste, nos deja ahí, y sigue escribiendo- lo pillé deleitándose con "Austerlitz", de Sebald -otro fallecido- y comienzo a darme cuenta de que al cabrón del puto Faciolince -que siempre debemos decir que tiene la razón- le hace falta expresar que todo escritor debe estar muerto para ser un verdadero escritor. (Discúlpenme si he ofendido a alguien).
A Johann, cuyo fantasma vio un antiguo compañero de universidad en una esquina de una ciudad del sur de Colombia haciéndole así con la mano, como despidiéndose o saludándolo, y él feliz de encontrárselo en plena faena en Chiva, y cuando un par de media horas más tarde se encuentra con alguien que también conocía al incipiente aunque muy maduro escritor y le dice mirá ve acabo de ver a Johann en tal y cuál esquina vos tenés el cell del man para llamarlo y decirle que caiga y nos tomamos unos guarilaques, el otro, el mancito le responde: pero vos no sabés que Johann murió en enero de un problema cerebral y todavía nos tiene consternados a todos, el amigo, el antiguo compañero empieza a palidecer, a enmudecer, a asumir un gesto catatónico que lo deja inmediatamente sin asomo de brumedad etílica y sentado el resto de la noche en una banca separado de cualquier pretensión social que llevaba sobre sus hombros.

A veces creo que eso es la Literatura para mí: vivir entre fantasmas. No querer ser. No salir. Perder. Aprender a descreer. Huir. Enterrarse. No escribir.

De Muñoz conocíamos cosas: cuentos, colaboraciones, charlas, vainas así que no tengo por qué llamar aquí como si fueran la gran puta cosa. Poseedor de esas características raras de que todo lo que toca lo convierte en premio, nos dimos a la tarea, y mire como son las cosas, de pedir el libro desde Bucaramanga sin saber que toda esa parafernalia estaría en la Feria del Libro, y bueno, solamente hasta ahora lo leemos -en tres sentadas, en dos días- y decimos: aguanta. No sé realmente si para un Premio, tampoco es un libro que descubre a un autor de esos -muertos- que se vuelven imprescindibles o que dan ganas de coger una pistola y dispararles a quemarropa, o ahogarlos en una alberca, o violar a sus esposas al frente de ellos y luego descuartizarlos de a poquito como una manifestación, y espero que no me malinterpreten, de cariño. De cariño verdadero.
Pero no.
Ni siquiera conozco a Muñoz. Ni me interesa. Que siga con su vida. Que pueda seguir escribiendo. Ya tendremos oportunidad llegado el momento adecuado de sacar de la Biblioteca su primera novela y hacernos a una idea más calcificada de su obra. Y ya.

Ahora, si quieren tomar notas, voy a numerar algo que escribí a mano mientras leía el puto libro...por acá debe estar el papelito...si..este arrugado donde están las compras de la semana, treintaydos mil pesos de comida, un cepillo de dientes, naranjas, bananos y dos latas de cerveza roja para el sábado en la noche...atendido por mi cajera favorita, la mujer más hermosa de mi universo: La sensual y madura y madre de familia y esposa y futura amante Carmen Doza.

A ver:

(Mi familia, santandereana, diría -sin emitir una sola saliva, así: A Verrrrrrrrrrrrrrnnnnnnnnn)

Esa desgracia calma y asalsada de las mujeres víctimas de sus propios inventos por pretender ser parejas de. La ridiculez del protoescritor -no bendecido por la lírica y la suerte-. Algún ente paranoico ¿pero quién no lo está en 2011 como cantaría Slayer en el 94? Y otras vainas que mejor dejar que se olviden: esas frenéticas autobúsquedas en google y esas experiencias al final del tomo à la Espinosa de futuros irreales aunque comprensibles.

Destaco, y si quieren los leemos, tanto el lento caminar de la divertida y no por ello menos trágica historia de "El hijo de Barack Obama" -perfecta como el culo de Michelle- y esa cercanía -¿es que a quién no se le ha meurto una novia?- de "Días para no salir de casa" que mezcla dos muertes trágicas en un mismo día en la vida de un ser anodino como todos nosotros.

Muñoz, seguramente, sabrá desplegar las alas del éxito que le espera, y seguramente, nosotros, más viejos, más pobres, más olvidados, menos codiciados por las revistas que alguna vez nos guiñaron los ojos, ¡Pero con amante madura, paciente y comprensible!, lo leeremos cuando toque.

Como ya nos están haciendo ojitos, diré en respuesta al señor que creo que ya se fue que hizo la pregunta, que no hay ninguna relación entre ser exhibicionista y ser un oculto, porque lo único que vale en la vida de un escritor -sea blanco, negro, sueco o colombiano, verde o azul, digno o un hideputa, ejemplar padre de familia o un sádico violador de cadáveres frescos de bebecitos, arcadiano o numeriano, mendoziano o afanadoriano, chistoso o precavido, tímido o sagaz, lo uno o lo otro- es que el hijueputa escriba bien, o haga algo llamativo, o lo excite a uno, o lo deje erecto, o lo haga eyacular sobre la cara de una ex novia que luego restregaba todo mi semen en mi boca a manera de sutil venganza, y uno ya deje de ser el mismo. Y para eso, y termino con esto, y si quieren seguimos hablando ahorita en la tienda de Don Jaime, aquícito en la esquina, si se tiene que cargar con un algo de unicidad, magia o don que nos da para una siguiente charla.

(Empezamos a bajar las escaleras. Ya empiezan a apagar las luces. Grito que las dejen encendidas puesto que todos son mayores de 56 años...Nadie nos escucha. A mi nadie me lee. Pero quejarse no solamente es marica, sino desgastante..Y al llegar a la luz de la acera, nadie está herido....)

Siguiendo...Jajaja...Ya más informales y sin la cruz de la censura puesta sobre nuestras palabras, voy a terminar con un par de vainas que se me habían quedado por fuera. "A saber"....Jajaja.... Volver por las calles al mismo lugar, como recitaba ese bogotano de pura cepa apellidado Duarte...Y digo algo sobre lo que ahora llaman "lo bien escrito"...y pregunto a qué se referirán con ello...Porque si se fijan, últimamente es un lugar común decir que tal o cuál texto está "bien escrito", y a ello súmenle cualquier obvio adjetivo de compañía como para redondear la idea y que tales. ¿Será eso a lo que se refiere Madame Ponsford cuando habla de la necesidad de matar para romper ciertos parangones y costumbres y recelos y cuidados y ese hacer fila para que a los escritores les paren bolas? Lo segundo que quería agregar, era el vicio del cuento "La obsesión de Álvaro Güaque", parafilia a todas luces que ya habíamos revisado en una clase anterior en ciertos círculos amistales que nos endilgan con sus prácticas non sanctas, aunque menos solitarias que las del cuento en cuestión. ¿Solitarias a la Solondz? Porque tanto semen guardado solamente estorba cuando no se busca la purificación postmortem. ¿Alguno de ustedes escucha a Cannibal Corpse? "Suffering my only need now is to hang the rope does swing, hanging from the darkened ceiling strangling, dangling from my twisted spine" No, no es un requisito para la siguiente clase. No, frescos, si no los han oído, solamente decía. Es que me intriga saber cómo lo hacen o para qué lo hacen. Pero claro, podríamos hablar aquí de Michael Panduro, pero sinceramente me da pereza.

-Perdone, profesor, pero antes de que le haga más daño su bajísima tolerancia al alcohol, ¿para la siguiente clase revisaremos la otra obra ganadora del premio de la UIS?

No, Germán...No porque me comprometí con unos manes a hablar sobre MetallicA y van a venir a pillar de qué va la vaina. Pero dentro de quince días, si fijo le haremos a ese otro payanés que tantas alegrías nos ha brindado desde que lo conocimos...

-Profesor, ¿Y qués lo que tiene Popayán que tanto da a las letras nacionales?

-Es una pregunta que necesita de una respuesta larga y adentrada en la historia de la ciudad, pero solamente puedo decir que la necesidad de escapar de un laberinto blanco puede servir de abecedario parcial.....

2 comentarios:

Andrés Mauricio Muñoz dijo...

Al dueño del blog, gracias por leer el libro. Y bueno, al parecer el libro "Aguanta", lo cual es positivo. Un abrazo.

Andrés Mauricio Muñoz.

Andrés Mauricio Muñoz dijo...

Al dueño del blog, gracias por leer el libro. Y bueno,al parecer el libro "Aguanta", lo cual es positivo. Queda pendiente la novela, que ojalá llege pronto. Va un abrazo.