sábado, 5 de mayo de 2012

Escupiendo al cielo de tu entrepierna para recibir el premio en la misma cara mía

CRÓNICAS DE OPIO -Testimonios sobre el escritor que quería ser gato-

Alejandro González Ochoa

Hombre Nuevo Editores. Medellín. Abril de 2012. 128 pp

"Dentro de mi cuerpo
una mano invisible y caliente
escarbaba y sacaba manojos 
de luz y  silencio"

Opio en las nubes

En esa época dudo de saber quién era de la misma manera que me niego a descubrir quién soy ahora, y así, con la curiosidad que da el tiempo transcurrido, llegamos a un ritual que se repetía cada domingo generalmente en horas cercanas al mediodía y no era otra cosa que leer el MD de El Espectador, y aunque han pasado ya casi veinte años, recuerdo muy vívidamente el tenaz impacto que me generó leer el cortísimo fragmento que pusieron de "Opio", primero, porque era totalmente diferente a lo leído hasta entonces, segundo, porque sentía que me hablaba a mí desde el punk y tercero, porque mi novia de aquél entonces, Angélica, era fascinada pegándome patadas en el cvlo, como si ella supiera antes que todos nosotros de la existencia de una semejante manifestación de amor. Mi misión de vida desde entonces consistió en obtener la satisfacción de una copia de la dichosa obra, cosa que llegaría al año siguiente en pleno ejercicio de préstamo del servicio militar obligatorio en una librería que fue muy famosa en la ciudad llamada La Alegría De Leer, supongo que, con el sueldo de militar y evadido del servicio para variar, aunque tengo un lejano recuerdo del momento de compra, debe ser porque la librería tuvo un cambio de sede y..sí...debió de ser eso....porque el otro impacto brutal fue al leer la pequeña biografía y descubrir que había una carrera llamada Filosofía y Letras, lo que llevó a mi corazón a incendiarse y a no poder decir nada porque para mi familia era imposible costearse no solamente una estadía en Bogotá sino el pago de qué semejante matrícula en esa universidad. Tal vez leí la novela un par de veces en ese año, mientras el resto de los compañeros iba a putear o a beber como cosacos de 18 y 19 años como si no hubiese algún mañana. La novela pasó por múltiples manos en los siguientes dos años pero por una razón que no puedo explicar muy bien nunca nadie osó robar el libró que siguió conmigo para Cali. Lo que logré conseguir desde los periódicos nacionales sobre Chaparro siguen conmigo hasta el día de hoy en una bolsa especial que resguarda de las inclemencias de la humedad y de los animales. En Cali, supongo, leí nuevamente la novela porque la cita que acompaña esta valga la confesión corresponde a dicho período y me acuerdo también de no tener la plata o las bolas suficientes para comprar la primera edición vía Proyecto Editorial, cosa que me emocionó muchísimo al saber que la novela tenía una continuación y que seguía siendo parte básica de una generación de jóvenes lectores en Colombia. Pero para ese entonces nosotros no sabíamos en lo que iría a devenir la historia o a lo sumo sí sólo que uno con el poder de la imaginación y del deseo de la postadolescencia no se daba cuenta de que estaba formando parte de una Historia que, míreme, me tiene contando esto a 20 años del suceso. ¿Y sabe algo gracioso? Yo estaba tan enamorado de la dichosa edición de Colcultura que alcancé a comprarme un par de libros más, el de Garcés, poeta que me sigue gustando contra todo pronóstico, y el de Libia Posada, poeta que me sigue cautivando aunque le he sabido perder el rastro en los últimos lustros por no decir décadas....Y sí.....¿qué fue de todos ellos y no solamente de los premios del 92 sino de los siguientes que se alcanzaron a entregar, hay alguno también convertido en de cvlto? Pero las cosas cambian, y recuerdo que cuando Editorial babilonia o como fuese que se llamase por ese entonces sacó a Medina Reyes, mi odio hacía lo colombiano en cuanto a literatura estaba a un paso de apaciguarse....y me explico......sin saberlo en esos años que le dije y de los que prometí no volver a hablar, ya había leído las obras necesarias para dar en el blanco de mi destino y eran: Opio, ¡Qué viva la música! y Un beso de Dick, y me pueden decir lo que quieran los que quieran, empezando por la perdedera de tiempo y talento y maricadas varias que seguramente gente de otro planeta diferente al mío dirán en el caso de dilucidar que también leí a cuanto escritor colombiano existiera con cierto renombre en el mapamundo pálido de la escena literaria cotidiana de este desgraciado país, y no crea que no se me ha dado por pensar cantidades por ese trío de dejados tan jóvenes que hicieron de las suyas como si de bandas brutales de grindcore de los ochenta se tratara. Vé, me hicistes recordar de Johann...jaja! Pero después sí empecé a leer de adaptaciones y obras de teatro y lo de las canciones y de la imposibilidad de editar lo clandestino del joven escritor, justo cuando yo cada vez me acercaba a esa edad en que él murió y yo sin ningún tipo de descaro seguía cumpliendo y cumpliendo y cumpliendo años hasta que me topé lo de "Zoológicos urbanos" y lo devoré con la impaciencia de un junkie, ¿me entiende? Pero es como dice la canción "Sabes ya no será lo mismo" porque él lleva ya tanto tiempo muerto y siguen apareciendo esas cosas que hasta cierto punto estaban a la vista de todos.......Pero una exacta? No...Es que yo nunca viví en Bogotá....Sí puedo dar fe de columnas en la Revista Credencial y lo que le dije, lo de las entrevistas en prensa de la época, jaja, y ahora que lo recuerdo, la exposición en inglés 2 acerca de una persona que supiera admirar, justo en la semana de su muerte......Me río porque todo lo relacionado con la muerte me da risa, es algo que hago desde pequeñito así que no vaya a pensar que se trata de una ofensa o algo parecido o similar. Lo de "Zoológicos" fue en 2009, ¿cierto? Por ese entonces ya conocía, pero no me pregunte cómo diablos llegué allá, lo de su blog y bueno......justo ahora que sale o se atreven a editar El pájaro speed, me topo con este libro de relatos que me pareció más caro de lo normal pero qué hijueputas sí se trata de Rafael? ¿Si me gustó? Si...osea...es tenaz sentir esa fuerza de una persona que se muere y sigue como, no sé, tan viva dentro del recuerdo de cada una de las personas involucradas en el cuento, y claro, que sean tan variadas y variables y que cartografíen lo que puede ser una vida de una persona siendo tan o cercana desde la misma familiaridad, amistad, laboralidad, emocionalidad o mí caso....lector....Y eso...lo que le decía......ahora me dan ganas de leer esos artículos que sumercé colgó y repetir "Opio" para echarle el diente a "Speed" que, ya van dos personas, catalogan como de mejor calidad, o por lo menos, el impacto que recibí al leer ese primer párrafo: "Siempre miras hacía el cielo y están ahí suspendidos" y ya le contaré.....como le dije....me alegró saber que mis bases aparte de Napalm Death y el grindcore y el pvnk y el hardcore y el soul y el neocountry y el experiemntal y minimal y powerviolence y el destino musical de todo tipo color y sustancia, estaba en ese par de tríos que conforman autores colombianos que de cultos lo tienen todo, y como diría R. H.: El resto son guevonadas........... 







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