Cursed Burial

LA PARTE DE LOS CRÍTICOS
(2666)

Roberto Bolaño

Anagrama. Quinta edición en "Compactos".- Marzo de 2010. Barcelona. 15 -207 pp

"Y quiso, vagamente, ser como ellos"

¿En dónde estará ella?

¿Se podrá acordar de mí, siempre y cuando siga viva o viviendo en ese cuarto con el colchón tumbado en el piso y el baño inservible y sus cucos sucios puestos a horadar en la pequeña ventana para que no se ensuciaran todavía más en la vaga y agitada noche?

¿Valdrá cubrir la mentira para decir "¡Lo leí!" a oyendas de ese maníaco locutor de radio que hizo el amague de arrancar a leerlo total y absolutamente, máxime cuando apenas había plata o calderilla para masticar el mendrugo de pan que la señora gorda y rubia y ojiazul nos dejaba más barato ¡al día siguiente tan duro y tan seco!?

Había mucho dolor en ese pequeño espacio, quizás por ello bebíamos café con leche en polvo y hacíamos el amor con tanta rabia desatada que a ella le ardía su preciada vagina y a mí solamente me picaba cada mañana el pene, hasta ese momento tan de una sola persona muy al fondo de cada final de trimestre, por favor. No había plata para preservativos. O bien eyaculaba sobre algunas partes de su cuerpo, o bien me venía dentro de su cola, o bien me lo hacía tragar desde el plato limpio de turnoh.

Éramos, apenas sin saberlo, una suerte de Liz Norton: "Para ella la lectura estaba relacionada directamente con el placer y no directamente con el conocimiento", porque tanto placer acabó por aburrirnos, y tanta hambre hizo que cada quien tomara un camino más seguro, referido a parejas capaces de darnos algún otro tipo de lujo en equilibrio cercano con nosotros mismos, con ellas también.

Nos vimos un par de veces más, en 2006, e inevitablemente lo hacíamos con la rabia de antaño, aunque ya no tan flacos o abandonados.

Le dije al oído, de pie, junto a una ventana, que éramos pareja galáctica. O no me escuchó bien o no me entendió o no me hice entender.

Tengo tres fotos suyas de documento 3 x 4, la última, la del buso rojo, dijo que era dedicada a mí. 

Su belleza explota en círculos, o en puntos de unión.

Insiste en ser la mujer más bella jamás que he visto vivido amado en el mundo.

Y siempre tan mayor a mí...... 

La palabra Amor no volvió a pronunciarse entre nosotros