DOLOR EXQUISITO
Sophie Calle
Museo de arte del banco de la república. Bogotá. 2012.
Sophie hace un escándalo porque le rompió el corazón un amigo de su papá, pareja cuasi galáctica -ella lo conoció a sus diez años y tuvo que esperar 20 más para declararse- que la abandona por una distancia de tres meses -nada más-.
Entonces, muy al Libro del duelo, de Barthes, empieza a escribir una suerte de diario de una sola noticia mientras un par, una otra persona cuenta su experiencia más dolorosa, y así, Sophie puede disolver su dolor dolórico hasta que se esfuma y el silencio que lo sana todo la convierte en un ser superado.
Y es chistoso, porque ¿qué es el dolor?
¿Una uña encarnada?
¿Una amputación con motosierra por parte de un paramilitar?
¿Terminar con un novio?
¿Ver morir a la familia por quitarles la tierra en la que han vivido durante cientos de años?
Por algún momento, sabiendo lo artista respetada que es, me sentí como frente a una bobada, que decidí recordar su galería de personas ciegas o la de las personas que no habían visto el mar.
Pero por otro lado, las ardientes ganas de leer a Carlos Framb aumentaron, porque cuando a uno se le va la gente que más quiere, ni siquiera el dolor es capaz de existir, lo que me hace empezar nuevamente esto, todo esto:
¿Qué duele más?
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