Roberto Bolaño
Anagrama. Barcelona. 2007. 457 pp
Ante la fe del silencio, emboscado ante el frío anhelo de renovación. Pero el silencio era más potente, y entonces hubo que callar ante el vetusto horizonte que apelmazaba dicha religión.
De la desolación nadie iba a quedar protegido; excepto, quizás, por el deseo dentro de muchísimos años, por aquello que no tiene forma aún.
Empuñando un lapicero ante la desesperación, esa misma repetición hasta el infinito, insaciable aunque veraz, tan clara como la forma interna e impostergable del laberinto, yace en ruinas, a que alguien vuelva a osar pisarlo.
Ese silencio, ¿a dónde irá sin nadie que lo acompañe?
Quizás palabras ritmadas sin ocupación precisa que ya nada querrán decir.
Quizás todas esas palabras regadas por sobre la sombra de una ciudad extraña.
Quizás dentro de un círculo de hielo
Tal vez a nadie logre importarle lo demás; es solamente poesía... algo muerto e inútil que implica, muchas veces, solamente partir del no pensar
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