lunes, 30 de diciembre de 2013

Over me forever

PERDER TEORÍAS

Enrique Vila-Matas
Seix Barral. Barcelona. Octubre de 2010. 64 pp

Ese escritor cómo madura manifiestamente a las dudas, pero adelante va, como si escapar de fantasmas le eximiera de llegar a dormir con alguno. Es cierto lo del cambio porque cuando se escapa de la memoria la obra fluye con esa sensación de brillo exquisito que, allende los llanos, desde el valle se lee mejor.

"Me dije que, a lo largo de mi vida, había visto cómo caían desde lo más alto todas las creencias, modas y teorías literarias de las que había tenido noticia. Y también pensé que, a fin de cuentas, siempre había sabido que, si uno tenía una vida suficientemente larga, podía ver muchas cosas y también las cosas contrarias de esas cosas, y lo mismo cabía decir de las expectativas."

Puedo decir que juego también, la bendición de los años que pasan por sobre la piel, a raíz del papel blanco, la huella de la mancha, el signo de la continuidad arquitectónica de la que alguna vez se podrá entender la esencia parcial que no complementaria del recuerdo.

O traducir.

Ahora recuerdo el paréntesis a medias abierto de  Alejandra Jaramillo en la conferencia sobre la novela colombiana de las últimas décadas al anunciar que el estilo debería triunfar sobre la trama y cuando la gente lectiora madurara y dejara de cazar en "Cien años de soledad" el árbol genealógico de los Buendía, posiblemente en algo cambiaría el país -en palabras de MasaCre: "País en sangre, barbarie" -; aunque me gustó más cuando más tarde dijo que cuando una temática de muerte à la Pizarnik predominara en el panorama colombiano, la cosa indicaría a mejor (es algo que no logro explicar del todo ahora mismo, pero cuya intuición despierta algunos fuegos artificiales proyectados a un futuro inútil que me lleva a evitar las muertes de esposas lisiadas o de hijos puestos a disposición de la locura de sus santas madres que no callan el golpe de suerte de una tortura que grita por doquier sanar el vacío exponencial)

Entonces no recordaba lo que decía el catalán, pero cuando lo vuelvo a leer, me quedo con la sabiduría que otorga alguien de una edad considerable capaz de insistir en caminar con tenis nuevos sobre el borde de un colapso que más allá podrá, seguramente, ayudar a llevar su nombre a espaldas al sol. Al sol que en ese momento significará cada vez menos, pero cuya sombra sabremos leer sin ningún temor al cáncer.

*

Lo que me lleva, desde los "cinco rasgos esenciales, irrenunciables" es a pensar en ese monstruo prometedor todavía por descubrir llamado Evelio José Rosero, cuya organización reglamental marcha por buen término mientras la palabra no escampa, aunque baches los haya que obligan a meter el zapato hasta casi el tobillo, y sin embargo, acunando una manera tan veraz como poética como terrible como desde alguna esquina que marca alguna clase de realidad de la que poéticamente estamos destinados al vivir entre el tinglado del enredo dulce enredo: Oh dador de amor, dador de vida.
*La entrecomillada nación debatiéndose entre la autoexpulsión del quiste o la introrepatriación al siguiente infierno -mismo círculo-
*La sostenibilidad con una tan alta poesía -y se me viene a la cabeza la escena de la pretendida relación forzada en el establo en "Las muertes de fiesta" y el grueso de "La duenda" y esas escenas altamente eróticas en "Cuento para matar un perro" y como la asfixia que es capaz de provocar la sensación-
*El avance puesto que sin encuentros con presidentes ni nada de poder que se le parezca, traduce el poder de saberse mantener en vilo desde finales de los 70's y contando a pulso puro, cuasi cabalgando empeloto por entre los restos de una vorágine ya sin miembros, ya sin caucho, ya sin ni siquiera la orilla del río hondo
*Como NPR decía de Meridian Brothers: Increíble tal experimentación en un país con tal fuerza de gravedad hacia la tradición. ¿Cómo diablos soltarnos si al liberarnos cualquier esbozo de revolución se nos cruza en la maleza para tener que conformarnos con la obligatoriedad del recinto de autopsias, cuando no somos nosotros mismos los que nos hacemos la operación para entrar de lleno en la total (?) desaparición, siempre y cuando un político en ciernes no nos haga votar postmortem?
*Regresando a MasaCre: "Mundo, podrás tu ver aquel sepelio cambio de llanto al doliente"; y claro, l oque duele.

*

No queda más que sentarse a operar en la obra de cada cual y que desde lo que se supone ha de ser la bobada del arte dedicarse de lleno a combatir el tedio cuya sombra arruina cada vida sometida a la misma causa de vida.
Pero para eso no se necesita más que el fugaz instinto y si se cruza la siguiente línea, mucho mejor por ahí...

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