miércoles, 1 de enero de 2014

Sin presagios

Abandon all life (Southern Lord, 2013)


A veces, de repente, como un anuncio hipotérmico, vitálico, de estado presuncial, el miedo, y desbordado aunque contenido, la fisura que generará el presagio encarnado en palabras y de allí la respuesta a actuar, ralentizadamente, vacío hipocondríaco, vacío silente sostenido en sí mismo, bajo el fuego fatuo del desencanto natural.
No es culpa de nadie si así son las situaciones del ahora, poco espacio para otra cosa que el más allá de la simple queja, ¡la advertencia! El sinsabor pormenorizado del enclaustre que es dado al vivir: ♫Buried alive in a grave called life♫ La verdadera puesta en escena desde un éxodo que de exilio lo tiene todo, ojos abiertos, aunque nada para ver, excepto un disgusto, nomenclatura de racimo, conjugación de metabolismos exquisitos del mandamás Muerte para servir de puente atencional a quienes rehúsan a convocar la emisora que vive para ver morir al mundo.
Simulan poca normalidad. Basta ver la mirada que porta Todd Jones para entender el porqué de su miseria. Aviso espiritual, ¿para qué otra cosa?
Recuerdo prestar una vasta atención a “Namasté”: ♫ My fear was just a shadow And then a voice spoke in my head And she said dark is not the opposite of light It’s the absence of light And I thought to myself She knows what she’s talking about And for a moment I know What it was all about♫
Nails sabe de qué habla. Y he ahí el potencial de Total Fear que propone. No basta con el lío espiritual ante su ausencia para este mundo de inquietudes. Este cuarteto mariposa pequeña apunta como bala de bomba hecha material físico que casca en los siete puntos chacrales con la potencia invisible y poco callada de su aleteo dizque frágil. Y por ese asombro que nos despeluca hasta el pecho, lo vamos nombrando como álbum del primer semestre de 2013, primer anno mortuus en el que insistir en asumir los asuntos para los que se vino a vivir en esta vida parece ser la clase de augurio: ♫To each his own/To me the most♫
A veces, cuando el complejísimo sistema biorgánico pluricelular que nos invoca decide darnos la oportunidad de escoger, algunas personas insisten en apuntar a bandas que inducen a cascar algo, ¿a modo violento? lo ignoro, pero a responder idem con el frente de sonido que se sucede en justo ese presente de arena energético. Nails es acción sudada pura y preciosa. Potente y tan fugaz, que lo peor de todo es que no da tiempo para atender el presente. Así que toca memorizarlo todo para, temblando aún, escribir la sensación y dejar el librillo abierto en caso de naufragio. Todo en todo ello y descubrir que uno no está solo en esa clase dramática de soledad en este nuevo mundo.
¿Fin?

No hay comentarios: