ACRE
Fanzine de creación colaborativa
Towers of Acre. Bogotá.
#1, octubre de 2016, temática principal, la familia
#2, febrero de 2017, "Felices con la venda puesta"
#3, mayo de 2017, "Género, sexualidad y afectos"
Estuve cerca de diez años metido de cabeza cada sábado en la escena hardcore bogotana que por supuesto era capaz de incluir a bandas de otros lugares colombianos, de la dilatada escena latinoamericana y eventualmente tokes de bandas gringas o europeas, y si bien mi labor no se definía únicamente los fines de semana sino que me obligaba a escribir en ciertos lugares de la época como Fotolog o Myspace, pensar siquiera en concluir mi relación para con tan interesante cuna de conocimiento llegó al punto de rechazar trabajos que impedirían mi visita testiga para con aquel álgido momento
Pienso, desde la distancia, es decir, dejé de asistir a esa clase de conciertos masivos en 2012, dándole la espalda en un delicado momento que implicaba una crisis ciertamente grave de asistencia respecto a la de 2008, por ejemplo, a la vez que se empezaban a descubrir las salas de ensayo para la justeza de público que en muchas ocasiones apenas sobrepasaba el medio centenar cuando hubo un tiempo en que era común llegar a las doscientas boletas vendidas
Fui honesto conmigo mismo para tomar esa decisión
Mi ventaja, tal vez, como respuesta a ciertas historias conocidas de aquellos tiempos como leídas en alguno de los tres ejemplares, es que entré al HxC pasados los 30 años, y si bien me cambió, me dejé permear, decidí ciertos comportamientos, nunca fui afectado de esa manera que una persona que inicia desde la preadolescencia el camino a recorrer en semejante explosión de energía y consigna, se podría ver tentado a vivir
Creía que el hardcore era un género de velocidad, pero luego, cuando muchos de los protagonistas que conocí en sus veintes lograban traspasar la tercera década, entendíamos que el hardcore también era de resistencia, mucho más allá de la siempre presente barricada contra el tardiocapitalismo et al
Soportadas con dignidad y según la etapa de la recién adquirida madurez, cada crisis ante el hardcore, debía señalar un derrotero acorde al momento de vivencia personal, graduados del pregrado, sobre todo y siempre
Y, puede ser, ahora que me siento tan lejos y con una pereza patética por encontrarme ante la gente de aquel tiempo que ya fue en mi caso, que tampoco me afectó al grado sumo de algunos que he conocido, porque ni tuve la suerte de ser un declarado HxC ni tengo la costumbre de quedarme a vigilar la ruina emocional de lo que alguna vez lució con un encanto digno y valedero
Y aparte de llenar un espacio retrasado que tenía desde el fin de semana pasado por ocupar y tras dos fallidos intentos de lecturas un tanto más convencionales, ¿por qué anotar algo? ¿qué más buscar en una herida ya ni siquiera cicatrizada?
Decir que me gusta saber que de un momento tan clave para una generación de hardcoreros gracias a la sólida presencia del por entonces estudiante de maestría Diego Paredes y su serie de proyectos convergentes y abrecaminos y ampliaespíritus y soplamentes, se pasó a una suerte de pasarela de moda, tatuajes, parejas y cuerpos esbeltos a los que poco o nada afectaba la sensación política que, los años de Petro, se escurría y se pisaba como gotas de sudor o de sangre o una que otra lágrima má por ser abandonado por la persona de turno que por algo realmente grave o trascendental
¿Qué necesitan para sentir que tienen que regresar a la esencia política?
Y aún así.... fugados para seguir sus estudios de doctorado, casados, becados, huidos para buscar las respuestas de ese tiempo vivido allá metidos en semejante cópula con el activismo, pero sobre todo, madurados más que a la fuerza, a la constitución normal del destino de cada quién de pagar servicios, de ver cómo no se podía acabar con el enemigo porque cualquier acción resultaría lamentablemente insuficiente, ¿y te acordás de las peleas por cualquier güevonada? ¿Y te acordás que cada parche tenía su zona de abastecimiento y el sexo entre las distintas muestras de cariño para con el hardcore estaban prohibidas? ¿Y qué pasó después? Bueno, aparte de que crecieron y todo eso... ¿se cansaron? Yo digo que sí, mano.... osea.... la otra ventaja es que al no ser un convocado de primera fila para el engranaje astronómico del paliativo activismo, mis preguntas en torno al hardcore eran las mismas que ya traía desde otra clase de músicas pesadas y under y tenían que ver con la música o la creatividad o la composición o lo que implica mantener viva y vigente a una banda de rock espeso, y eso
Es interesante, vuelvo a decirlo, el ejercicio de Las Torres de hacer un fanzine, y vea, mucho más ágil que uno que hicieron hará dos o tres años que no era fotocopiado sino en un material de tipografía, supongo, y algo que destaco es la invitación a personas ajenas a su propia organización como en una muestra de abrir unas puertas que ni siquiera existen pero que se mantienen cerradas para quien no ofrece las condiciones de similaridad o empatía
Y no.. no pienso responder las preguntas temáticas que son muy interesantes, me quedo como pensando en lo de las peladas, que siempre se habló, ¿pero si no hay? ¿por qué obligar a que actúen? Me ponía a pensar en cómo sería una banda con una mujer extremadamente fuerte en su frente ... no faltaría el man que se sube a tocarle las tetas, por ejemplo, en concierto, y lo considera un absoluto triunfo y como que todo vuelve a ser como mejor en los cincuentas ... Pero sí, el hardcore para mí siempre fue música que debido a la obligación de actuar en consecuencia, no se obligaban a seguir adelante o componiendo y eso también como que llevó a que una ruptura se produjera, seguramente entre ellos mismos, variar un poquito la composición, evitar estar a la moda que algún puto grupo gringo lidere en tal momento, graduarse de la filosofía política de turno para medio entender qué es ser colombiano y ese conservadurismo tan nuestro de ni por el putas innovar porque nuestra herencia por respeto lo impide, llevó a un estancamiento que, cuando descubrieron que ya no eran sardinos de 19 con una vida o una década por delante, decidieron mejor sentar cabeza
A la utopía de la irresponsabilidad llegué por otros caminos con sonidos más brutales y hasta dañinos
¿Le faltó más diversión al hardcore? ¿O menos responsabilidad? ¿O más cervecita? ¿O porros en lugar de X's? ¿O más irresponsabilidad? ¿O menos obediencia? ¿O más giras autopagadas? ¿O más viajes? ¿O más mezcla con los que no eran como ellos? ¿O menos filosofía? ¿O más muchachas así fuesen sin tatuajes en las piernas o sin piercings o comecarnes o fumetas o sin los cuerpos que ellos buscaban como mandados a hacer? ¿O menos finura y grabar más barato? ¿O más búsqueda personal y menos copialina de lo que acontecía en el Boston de turno o de moda? ¿O una década más para hacer después de los treinta lo que se creía a los veinte?
Me gusta que hay una línea de preguntas más que de respuestas .. y eso es fundamental.... me gustó que no se pervierte dando cantaleta de lo que es real y debe ser así como si fuesen putos fachos de mierda siendo radicales en sus libertidades
Pero sí, tal vez falta un Paredes que vuelva a llevar al hardcore a una atracción, ojalá más plural, que invite y vuelva a construir o que a lo sumo fue algo que ocurrió cuando la gobernanza era de extrema derecha y se necesitaba ahuyentar al demonio por medio del conductor designado para dirigir esa troupé
¿Pero para qué Contracultura en tiempos de Petro? lo dije muchas veces desde tüiter
La ideología acabó con vuestro gesto, muchachos
Creer y prepararse para una confrontación intelectual simplemente les hizo alejarse de la música que seguía siendo despreciada aunque tan importante
Y así como quienes regresaron de sus estudios a trabajar y a escribir vainas para revistas acreditadas, quienes optaron a irse al campo a defender las tierras, noblemente persiguen un karma terrible para con la ley y de aplaudir y que tales, pero cómo solicitarles que hagan música?
Creo que tolerar es lo más hijueputa que hay
Hace años, no recuerdo desde qué lugar, empecé a decir que el día en que aceptaran a Sin Salida, le hardcore entraba en una etapa que es como la que los plebeyos de derecha se impiden hacer para con las farc. ¿Y sin aceptar, entonces qué?
Y así fue como después de no sé cuántos intentos de documentar la escena, esos manes de Bogopunk por fin entrevistan a Mazabel y lo lanzan y ya
¿Qué resultará del diálogo filmado entre Iñaki y su proyecto del archivo hardcore y Felipe Mazabel?
Parce.. que se tiene que dar, se tiene que dar en algún momento del proyecto... porque archivar toda la vaina del lado que más convenga, es muy fácil e inútil, o dejar que pasen dos o tres generaciones más y que tomen lo que se ha hecho y citen y vuelvan a citar los mismos documentos válidos, pero para que completen el otro lado no contado del hardcore.... porque eso somos: machistas, intolerantes, clasistas, racistas, un asco que nunca permitió que una mujer liderara una banda, por ejemplo, o que un negro siquiera se asomara a una tarima, por ejemplo, ahora que piden a transmujeres y me imagino que las tratarían como novias para culiar y chao, la siguiente, y cosas así que es lo que somos... y tal vez eso... un Issue del fanzine donde cada uno cuente lo que diga lo feo que hizo: yo hablé mal de tal y tal; yo me acosté con la pareja de tal y tal; yo mentí para tal y tal cosa ... o vainas así, confesionales, realmente trágicas, divertidas, obsoletas, emancipadoras....
Para consultar virtualmente los fanzines:
https://issuu.com/aprofoundhatred/docs
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