jueves, 10 de mayo de 2012

♫I guess it's true it's never too late♫

ZOOLÓGICOS URBANOS -Historias mutantes de Rafael Chaparro Madiedo


Alejandro González Ochoa -Compilador-


Editorial Universidad de Antioquia. Medellín. Octubre de 2009. 190 pp.

(Lo que haré a continuación posiblemente no tiene ningún tipo de presentación. Y no, no bromeo. Previamente en este mismo espacio: (ejem) y ahora que lubricar debe servirse también como limpieza en medio de un jaleo inesperado entre columnas de fuego ardoroso en el trabajo, leeremos y pescaremos y no dejaremos a nadie vivo sin que cuente su versión de los hechos, cuál Tiempo Histórico que cabalga sobre llanuras que otras generaciones se tendrán que encargar de visibilizar..........Advertidos........)

* La calle 19 y la carrera Séptima de Bogotá forman una especie de cruz de asfalto, una rosa de los vientos de ruido infernal, una rosa de smog


* La gran bóveda de smog cubre el centro bogotano. Bajo su manto se levanta un carnaval de ruido donde se mezclan diversos ritmos urbanos de diferente longitud de onda

* Busetas y buses con sus himnos de estruendo

* Como si en la ciudad a un mismo tiempo, varias orquestas ejecutaran músicas distintas dirigidas por voces que se esconden detrás de cada poste

* Es sentir que el cielo se desmorona con cada pito, son cada golpe de vista

* Toda la realidad del semáforo está influida por los estados de ánimo. Un aparato, a primera vista tan frío, en realidad es toda una metáfora del estado de alma de la gran ciudad

* Cuando el tiempo fluye como una inyección dolorosa

* Los elementos se encuentran en una composición dispuesta por ese artista invisible que ejecuta el ruido del mundo sobre cada objeto: el tiempo

* Bogotá bulle más allá de las paredes como un caldo caliente

* Llueve y hace sol en la carrera Séptima de Bogotá. Caen espesas gotas de cristal gris. Mil nubes de vapor suben pegadas a los rostros

* Un silencio poblado de tinieblas

* Había mucho tiempo

* Bogotá es un corredor perdido de un largo túnel

* En el principio era la pestilencia

* Era preciso la voz de un grito cortada por cuchillos de silencio cuando llega la mañana mojada por la lluvia gris de gas carbónico

* Es como si de pronto toda Bogotá estuviera encerrada en acuarios de agua contagiada en medio de seis millones de peces oxidados

* Lo más seguro es que todo quede inseguro

* Una ciudad que es muchas ciudades silencios al tiempo

* Una ciudad sin dioses es una ciudad sin demonios y cuando no hay demonios no hay ciudad

* Enredarse en el vasto tejido de los días

* Huele a tiempo. A tiempo pasado

* Qué triste realidad

* Desobediencia civil hacia las palabras

* Por eso he decidido que a lo único que debo guardarle lealtad es a la palabra

* Y en las calles se presiente el murmullo de diez millones de dragones tristes que recorren las calles húmedas y se introducen en el camino incierto de la niebla

* Lo discontinuo produce continuidad por lo menos en el espíritu

* Por lo menos la lluvia de Bogotá todavía sabe a sangre fresca cuando llega a la boca

* Queda poco aire puro. Queda poca gente honesta

* A Bogotá le falta alguien que la quiera de verdad

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(Y no....se nos dificulta devolvernos y darnos contra las paredes en señal de agradecimiento. ¿Bizarría? Sugiero, más bien, la descarga eléctrica de ciertos miligramos de Dios se desangra en el sur o de Santa Carroña de Bogotá y después, dejar que la prosa sepa fluir como le gusta río podrido abajo llevando vida incandescente a doquier...

Pero para no olvidar, aquello de dónde venimos quiénes somos para dónde vamos:

"La novela está escrita a la manera de un vértigo. Leerla es una hemorragia. Es un libro que de algún modo huele a gasolina y a vodka. Escribirla fue un acto muy placentero y doloroso a la vez. Leer Opio en las nubes es entrar a la casa de Amarilla, darle un beso en la boca, hacerle el amor y después salir al amanecer con la sensación de que las nubes están llenas de opio"






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