LOS OJOS DESEADOS
Jorge Cadavid
Común presencia. Bogotá. 2011. 89pp
Ahora parece aclararse el tiempo en que al oír veíamos al unísono, quedamente, tan callada, tan a propósito de la ruina, tan destacable en la mudez del cielo entrando a entre nos otros, atisbando la humedecida sonrisa, quieta como pálida, el fuego del hacer "deeeentro de míiiiiiíiii´íiiiiiiiii´´´´íiiiiii" subyugado por la nube niebla orillada en sí misma, la luz, la vela, el coágulo marchito en la nausea instrumental del desierto en vilo, orilla de fuego, claridando en el mundo, múltiple y estrella, mudez de nieve, mientras por la ventana vigila la sin razón lo impronunciable.
Antojo de rendija, caos en la luz, frenética frecuencia en el relato abierto deshecho, sin miras más allá de la noche calcada eterna, sumergida en la quietud de mi aliento, nuestros síntomas enfermos, disuadiéndonos de aborrecer aquel dolor del riesgo enraízado en las afueras del núcleo de paz y ardor que dormita entre nosotros.
Al mirar tu rumor ascender, susurra la ansiedad indefinida, paisaje vago entre las ruinas de las sombras que también alguna vez fuimos…
Lo veo todo porque lo compuse todo
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